El estadounidense-canadiense Neil Young vendió el 50% de los derechos de su catálogo al fondo de inversión Hipgnosis, una nueva señal de una tendencia que gana espacio en la industria de la música, un mes después de la adquisición por parte de Universal Music de las canciones de Bob Dylan.
Según la BBC, la transacción, que incluye mil 180 temas compuestos por el músico de 75 años, ascendería a 150 millones de dólares, monto que no ha sido confirmado por Hipgnosis Songs Fund Limited.
A principios de diciembre, Universal Music desembolsó 300 millones de dólares, según una estimación del New York Times, para hacerse con los derechos del catálogo del legendario Bob Dylan.
Tenemos una integridad, un espíritu y una pasión comunes que nacen de la fe en la música y en estas importantes canciones”, dijo el fundador de Hipgnosis, Merck Mercuriadis, en un comunicado.
Creado a principios de 2018 por Mercuriadis, exmánager de varios gigantes como Elton John y Iron Maiden, el fondo Hipgnosis salió al mercado bursátil en la Bolsa de Londres ese mismo año.
Desde entonces, se ha asegurado los derechos del exitoso productor estadounidense Timbaland y el cantante Barry Manilow, entre muchos otros músicos.
La firma ha recaudado hasta ahora 625 millones de libras (unos 850 millones de dólares) de inversores, según su sitio web oficial, y controla los derechos de docenas de éxitos, incluidos “Shape of You” de Ed Sheeran o “Uptown Funk!” de Bruno Mars.
Otros vehículos de inversión como Concord o Primary Wave se han sumado a esta competencia, que también involucra a grandes sellos discográficos, como Universal Music.
El apetito de los inversores por los derechos musicales se debe en gran medida al surgimiento del streaming, que ha abierto oportunidades a una industria que buscaba un nuevo modelo de negocio a principios de la década de 2000.
Integrante en el pasado de bandas legendarias como Buffalo Springfield y Crosby, Stills, Nash & Young, Neil Young es un músico camaleónico que ha tocado muchos estilos, desde el folk al rock pasando por el grunge, el country y el blues.
Aunque solo lideró las listas en Estados Unidos una vez con “Heart of Gold” (1972), sus temas han dejado huella en el panorama musical estadounidense.