En Rusia, fueron detenidas 5 mil personas que se manifestaron en Moscú, San Petesburgo, Ekaterinburgo, Vladivostok y otras ciudades, para exigir la liberación del disidente Alexei Navalny, detenido por haber violado su libertad condicional cuando viajó a Berlin, Alemania para recibir atención médica por un presunto envenenamiento.
Ni las bajas temperaturas ni la nieve, desalentaron a los manifestantes.
Ahora somos más que en la protesta del 23 de enero”, señaló un manifestante de Ekaterinburgo, Rusia.
El 23 de enero estuve en el mitin y volví hoy porque quiero que liberen a Navalny”, expresó otro manifestante desde Vladivostok, Rusia.
Las estaciones del metro del centro de Moscú, cerca del Kremlin, fueron cerradas y cientos de policías se desplegaron en torno a los manifestantes.
La gente está aquí de forma pacífica, no están haciendo nada ilegal. Ahora hay intimidación”, aseguró un manifestante de Moscú, Rusia.
Previamente el gobierno ruso había advertido que los mítines no serían tolerados.
El riesgo de provocaciones de los organizadores y participantes activos de las protestas está aumentando y su objetivo es violar el orden”, explicó Irina Volk, vocera del Gobierno de Rusia.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, criticó la represión de las manifestaciones.
El gobierno ruso advirtió que esa es una “injerencia grosera en sus asuntos internos”.