
El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, encabezó este domingo un mitin en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, donde miles de simpatizantes exigieron amnistía para los detenidos por el asalto a Brasilia del 8 de enero de 2023.
Durante el acto, Bolsonaro volvió a negar que hubiera un intento de golpe de Estado, argumentando que es víctima de persecución política.
“El cuento del golpe fue inventado. Ahora tengo que probar mi inocencia”, afirmó el líder ultraderechista, quien enfrenta un juicio por su presunta implicación en la insurrección contra el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Pese a que Bolsonaro anticipó una convocatoria de un millón de personas, la protesta reunió apenas 20 mil asistentes, menos del 2% de la audiencia esperada, según una encuesta de la Universidad de São Paulo (USP).
– Jair Bolsonaro.
— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) March 16, 2025
– Copacabana/RJ.
– Domingo, 16/mar, 11h. pic.twitter.com/iXUXKAmAIg
Bolsonaro busca regresar a la política en 2026
El expresidente criticó su inhabilitación electoral hasta 2030, impuesta por abuso de poder en la campaña de 2022, y sostuvo que la medida podría ser revocada.
“Si en 2026 hay elecciones sin Bolsonaro, será una negación de la democracia”, declaró ante sus seguidores. “Si soy tan malo, que me derroten en las urnas”.
En el mitin se exhibió un cartel con la imagen de Donald Trump, señalando la alianza ideológica entre ambos líderes de derecha.
Además, el senador Flávio Bolsonaro, hijo del expresidente, aseguró que su padre “ganará las elecciones” y “derrotará a los verdaderos enemigos de la democracia”.
Bolsonaro defendió el proyecto de amnistía en el Parlamento, asegurando que beneficiaría solo a los detenidos por el asalto al Congreso, pero su partido ha sugerido que la medida podría extenderse al propio expresidente.
Durante el acto, los seguidores de Bolsonaro dirigieron duras críticas contra el magistrado Alexandre de Moraes, quien lleva su proceso judicial. Flávio Bolsonaro instó a los manifestantes a “derrotar el alexandrismo”, mientras que otros participantes lo llamaron “dictador”.
La Corte Suprema decidirá los días 25 y 26 de marzo si acepta los cargos contra Bolsonaro, lo que podría llevarlo a juicio por su presunta conspiración para frenar la investidura de Lula en 2023.