En Reino Unido, una comisión parlamentaria investigará si el primer ministro, Boris Johnson, mintió a los diputados en el marco del “partygate“, conocido como el escándalo por las múltiples fiestas organizadas en Downing Street durante los confinamientos que amenaza su permanencia en el poder.
Por consenso, la Cámara de los Comunes aprobó una moción presentada por el opositor, Partido Laborista, para que el denominado comité de privilegios investigue si Boris Johnson engañó al Parlamento cuando, en diciembre, negó que se hubiesen infringido en sus oficinas las reglas contra el coronavirus impuestas por él mismo.
Lo anterior no comenzará hasta que la policía finalice sus pesquisas y la alta funcionaria, Sue Gray, presente el informe completo de su propia investigación interna para lo que no hay fecha.
Después de estos trabajos, la comisión podrían prolongarse meses hasta determinar si la conducta de Johnson violó las reglas parlamentarias.
La oposición asegura que el primer ministro mintió a sabiendas y que la multa que le impuso la policía la semana pasada, convirtiéndolo en el primer jefe de Gobierno en ejercicio sancionado por infringir la ley.
Maniobra electoral
La policía londinense lleva semanas investigando una docena de eventos organizados durante los confinamientos de 2020 y 2021, desde celebraciones navideñas hasta fiestas de despedida. Además, impuso unas 50 multas, incluida la de Johnson, por una fiesta con decenas de personas en la sala del Consejo de Ministros.
La investigación sigue abierta y el primer ministro podría ser multado de nuevo. El escándalo, que estalló en diciembre, tomó grandes proporciones a principios de año y un nutrido grupo de conservadores amenazó entonces con lanzar una moción de censura contra su propio líder.
Los sondeos muestran que la popularidad del primer ministro no deja de degradarse entre la opinión pública. La oposición espera que esto se refleje en las elecciones municipales del 5 de mayo.