El Gobierno de Botsuana pidió este martes a la justicia que anule la despenalización de la homosexualidad en el país, durante una audiencia ante la Corte de apelación, considerando que se trata de una “cuestión política” y no jurídica.
En 2019, el Tribunal de Gaborone calificó las leyes que castigan las relaciones entre personas del mismo sexo de “reliquias de la era británica victoriana” y consideró que oprimen a una minoría, por lo que ordenó que fueran enmendadas.
El fallo fue muy aplaudido por la comunidad homosexual y las organizaciones son gubernamentales, teniendo en cuenta que en más de la mitad de países de África subsahariana la homosexualidad sigue tipificada como un delito.
Según el abogado Sidney Pilane, que representó este martes a la Fiscalía General de Botsuana, los derechos de las personas homosexuales son “una cuestión política” que debe estar regida por el Parlamento.
El Tribunal no está en condiciones de tomar una decisión así. Si los derechos de los homosexuales eran inconstitucionales en el pasado, los siguen siendo hoy”, declaró ante la Corte.
La justicia se pronunció sobre este asunto sensible en junio de 2019, a petición de una persona que denunció el Código Penal, que reprimía desde 1965 la homosexualidad con penas de hasta siete años de prisión.
Sudáfrica es el único país africano que autoriza el matrimonio entre personas del mismo sexo, desde 2006.