Dos personas murieron por sarampión tras registrarse un brote en Texas, Estados Unidos. Una de ellas, es un niño en edad escolar que no estaba vacunado y que se encontraba hospitalizado en Lubbock, desde la semana pasada.
Este miércoles, el secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy informó que al menos 130 personas están contagiadas por sarampión.
Desde principios de 2025, el Departamento de Salud de Texas ha contabilizado 124 casos de sarampión en el oeste del estado y 9 en Nuevo México, lo que ha alertado a las instituciones de salud debido al resurgimiento de esta enfermedad viral altamente contagiosa en medio de una disminución de las tasas de vacunación.
DSHS continues to track the South Plains measles outbreak. As of today, 124 cases have been identified beginning in late January.
— Texas DSHS (@TexasDSHS) February 25, 2025
We will continue to post updates on Tuesdays and Fridays if there are new cases to report.
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Este brote también pone en el ojo del huracán al secretario de Salud, Robert F. Kennedy, conocido por sus discursos antivacunas; una de sus declaraciones fue que la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) se vinculan con el autismo, afirmación que ha sido desacreditada por completo por la comunidad científica.
El epicentro del brote es el condado de Gaines, de acuerdo con la prensa estadounidense, aunque también según datos del Departamento de Servicios de Salud de Texas, los casos también se han dado en los condados de Dallam, Lubbock, Lynn, Terry, Yoakum, Dawson, Martin y Ector.
Según medios internacionales, en lo que respecta a Gaines, es un condado con una importante población menonita, un grupo religioso reconocido por su reticencia a las vacunas.
Además, en Texas, la ley permite exenciones de vacunas por razones religiosas, lo que pone en alerta su relación con el aumento de este brote de sarampión.
El sarampión mata a más de 100 mil personas cada año en todo el mundo. El año pasado se reportó un aumento de casos de sarampión a nivel mundial. En el continente americano se reportaron 452 casos, siendo Estados Unidos (280 casos) y Canadá (138 casos) los países con mayor incidencia.
“La muerte debería servir como recordatorio de que hubo una razón por la que se desarrolló la vacuna y de que la vacuna es valiosa para las personas. Estas muertes son casi totalmente evitables”, señaló el médico especialista en enfermedades infecciosas Amesh Adalja, de la Universidad Johns Hopkins.