En Estados Unidos, luego de un intenso debate, la Cámara de Representantes aprobó la Ley de Matrimonio Igualitario entre Personas del Mismo Sexo, así como un apartado que garantiza el matrimonio interracial y otro más que otorga el acceso de la población a métodos anticonceptivos.
La legislación fue respaldada por 219 votos a favor, de la bancada demócrata y 200 en contra, de legisladores republicanos.
Esta norma fue impulsada por los demócratas ante el temor de que la Corte elimine una ley similar de 1996, después de que dejó de lado el derecho de las mujeres a abortar.
“Todas las personas que han decidido vivir juntas deben saber que el gobierno respetará y reconocerá sus matrimonios todo el tiempo”, comentó Jerrold Nadler, congresista demócrata.
Hace unas semanas, la Corte Suprema de Estados Unidos puso fin a una sentencia que durante casi medio siglo garantizó el derecho de las mujeres estadounidenses al aborto, pero que nunca había sido aceptada por la derecha religiosa.
Esta decisión no convierte en ilegales las interrupciones del embarazo, sino que hace retroceder a Estados Unidos a la situación vigente antes de la sentencia Roe v. Wade de 1973, cuando cada estado era libre de autorizarlas o no.
En un país muy dividido, es probable que la mitad de los estados, especialmente en el sur y el centro más conservadores y religiosos, podrían prohibirlas en un plazo más o menos corto.