Un veterano político respaldado por el partido del depuesto presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, es el favorito para sustituirle, tras la designación este martes de tres candidatos para tomar las riendas de este país sumido desde hace meses en una grave crisis económica y política.
Ranil Wickremesinghe, de 73 años, pasó de ser primer ministro a presidente interino tras la dimisión de Rajapaksa, pero es repudiado por los manifestantes, que obligaron a su predecesor a abandonar el cargo.
Además, Wickremesinghe cuenta con el respaldo formal del SLPP, el partido de Rajapaksa, el bloque más numeroso en el Parlamento de 225 escaños que elegirá al presidente el miércoles en una votación secreta.
Su principal oponente será el disidente del SLPP y exministro de Educación, Dullas Alahapperuma, que cuenta con el apoyo de la oposición.
El tercer candidato es el líder de izquierda, Anura Dissanayake. El exjefe del ejército, Sarath Fonseka, no logró obtener el apoyo de los diputados para entrar en la carrera por la presidencia.
El presidente elegido el miércoles por el Parlamento completará el mandato de Rajapaksa, que termina en noviembre de 2024.
Sri Lanka, una isla al sur de India de 22 millones de habitantes, se está quedando sin combustible y enfrenta una escasez de productos básicos. Esta crisis se desencadenó por la pandemia de COVID-19, que devastó el sector turístico, importante generador de divisas, pero se vio agravada por una serie de malas decisiones políticas.
El descalabro económico llevó a Sri Lanka a caer en abril pasado en el impago de su deuda externa de 51 mil millones de dólares. Las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para obtener un rescate están estancadas a la espera de que la situación política se estabilice.