En Colombia, al menos 6 mil 400 civiles fueron ejecutados por militares y presentados como guerrilleros caídos en combate, entre 2002 y 2008. La mayoría de las ejecuciones ocurrieron durante el mandato del presidente Álvaro Uribe.
La cifra triplica el número de víctimas estimado en la investigación inicial, conocida como “falsos positivos”, de acuerdo con el informe presentado este jueves por el Tribunal de la Jurisdicción Especial para la Paz.
El mayor escándalo del ejército colombiano se basa en declaraciones de soldados y oficiales ante el tribunal, al que confesaron haber aumentado el registro de bajas guerrilleras, sumando a civiles muertos, ante la presión de sus superiores.
El tribunal también indaga el reclutamiento y uso de menores en el conflicto armado.
Actualmente se investigan cerca de ocho mil hechos, y se han identificado 167 víctimas y 37 posibles responsables”, expuso Lily Rueda, de la Jurisdicción Especial para la Paz.
Hemos encontrado torturas, desapariciones forzadas, homicidios, lesiones, y también un capítulo muy grande de hechos relacionados con violencia sexual”, agregó.