Chad decretó “emergencia alimentaria” debido al deterioro constante de la situación nutricional a causa de la guerra en Ucrania. Este es el tercer país menos desarrollado en el mundo, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En 2021, dijo la ONU, 5.5 millones de chadianos, más de un tercio de la población, necesitaban ayuda humanitaria de manera urgente, pero la situación en este país del centro de África empeoró a causa del conflicto en Ucrania, donde Rusia impuso un bloqueo de las exportaciones de cereales ucranianos.
El jefe de la junta militar al frente de Chad, Mahamat Idriss Déby Itno, firmó un decreto en que advierte “del riesgo creciente de la población si no hay ningún apoyo humanitario con ayuda alimentaria”. El decreto señala que “el gobierno pide a todos los actores nacionales y sus socios internacionales que vengan a ayudar a la población”.
La ofensiva, detalla el documento, de Rusia contra Ucrania conllevó un fuerte aumento del precio de los cereales y aceites, puesto que ambos países representan 30% de las exportaciones mundiales de trigo, por lo que la ONU teme “un huracán de hambrunas”, sobre todo en países de África, que importan la mitad de su trigo de Ucrania o Rusia.
Además de la escasez de trigo, las poblaciones de países africanos resultan especialmente vulnerables ante la inflación de los precios alimentarios, ya que sus administraciones prácticamente no disponen de recursos financieros para compensarlas.