
La administración pública de Estados Unidos está sin presupuesto para funcionar, desde el primero de octubre.
“Estamos empezando a perder fuerza aquí. Creemos que el cierre podría empezar a costarle a la economía estadounidense hasta 15 mil millones de dólares al día”, declaró el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
El cierre parcial ha dejado sin dinero al gobierno para pagar a 2 millones 700 mil empleados federales, con excepción de quienes trabajan en las agencias de seguridad y el ejército.
“Tenemos a la gente a la que queremos que se le pague. Y queremos que se le pague al FBI (Buró Federal de Investigaciones). Queremos que se le pague a los militares”, expuso el presidente, Donald Trump.
En el Senado, han fracasado nueve votaciones que hubieran destrabado el impasse y aprobado un presupuesto de emergencia. Republicanos y demócratas, que sí siguen cobrando, se acusan mutuamente.
“La gente está empezando a reconocer que esto no es un cierre republicano. Es un cierre demócrata, porque necesitaban cobertura política. Es descarado, es triste; gente real está sufriendo, y esto tiene que terminar”, acusó el republicano, Mike Johnson.
Los demócratas insisten en mantener el gasto del seguro médico generalizado.
“No hemos escuchado una palabra de la administración sobre la resolución de este asunto, lo que nos deja claro que la Casa Blanca quería cerrar el gobierno para continuar el caos que han estado infligiendo al pueblo estadounidense”, expuso el legislador demócrata, Hakeem Jeffries.
Los primeros afectados fueron los operadores aéreos, que gestionan más de 45 mil vuelos diarios en todo el país. La mitad de ellos dejó de trabajar causando demoras en 15 aeropuertos.
“El control de tráfico aéreo es un trabajo inherentemente estresante. Requiere una concentración intensa a diario. No saber exactamente cómo voy a cuidar a mis hijos, echar gasolina al coche o pagar la próxima hipoteca añade cierto nivel de estrés a una profesión ya de por sí estresante”, declaró Ason Ambrosi, de la Asociación de Pilotos Aéreos.
Luego, cuatro mil empleados públicos fueron despedidos bajo el argumento de falta de liquidez.
“Es ilegal no pagar a los empleados federales después de un cierre. El presidente actual firmó la ley que garantiza el pago a los empleados federales si hay un cierre del gobierno, porque no es su culpa que el Congreso no pueda llegar a una resolución y resolver”, expresó Anthony Lee, empleado público.
Si en noviembre continúa el cierre del gobierno, también serán suspendidos los cupones de alimentos que el gobierno dona a personas vulnerables.