Reportajes especiales

Indígenas de Guatemala exigen derechos de radios comunitarias ante Corte IDH

Inició la audiencia pública en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) sobre el caso Pueblos Indígenas Maya Kaqchikel de Sumpango y otros contra Guatemala, en el marco del 142 período ordinario de sesiones del mes de junio, de la Corte.

El caso refiere a la imposibilidad de cuatro radios comunitarias operadas por pueblos indígenas en Guatemala: Radio Ixchel, operada por el pueblo Maya Kaqchikel; la emisora Uqul Tinamil “La Voz del Pueblo”, operada por el pueblo Maya Achí; la radio comunitaria X Musical, operada por el pueblo Maya Mam de Cajolá; y la radio Qman Txum, operada por el pueblo Maya de Todos Santos; de ejercer libremente su derecho a la libertad de expresión y sus derechos culturales, debido a obstáculos legales para acceder a frecuencias radiales y de una política de criminalización a la radiodifusión comunitaria en Guatemala.

Las radios comunitarias son instrumentos fundamentales para los pueblos indígenas, ya que son medios accesibles que permite difundir temas de salud, medio ambiente, cultura, a través de sus idiomas y también, tener lazos con la diáspora guatemalteca que está asentada en otras partes del mundo. Actualmente hay entre 50 y 60 radios comunitarias, extendidas en todo el país centroamericano.

Anselmo, maya Kaqchikel de Sumpango, forma parte de la radio comunitaria Radio Ixchel, fundada en el 2003 por vecinos de la comunidad con el objetivo de servir e informar a la población. Durante la audiencia, Anselmo compartió que las radios comunitarias en Guatemala, han padecido allanamientos y comunicadores han sido encarcelados, por medio de la fabricación de delitos, por lo que las radios temen las acciones del gobierno. El comunicador dijo que la Cámara de Telecomunicaciones “nos dicen radios fantasmas y terroristas, […] eso infunde un temor psicológico a la población porque nos dicen que somos redes criminales”.

Indicó que las radios comunitarias no se sostienen de patrocinios comerciales o publicidad de marcas de grandes empresas, sino que hacen anuncios locales, por ejemplo, del carpintero o de personas de la comunidad.

Son pequeños patrocinios para el pago de la luz y el mantenimiento de la radio o de insumos como internet, en ninguna radio usa marcas publicitarias de grandes empresas, se sostienen del patrocinio local de la comunidad”, señaló Anselmo.

Además, la Cámara de Empresarios descalifica a las radios comunitarias, porque argumentan que hay competencia económica, pero no es así, afirmó Anselmo, ya que el sustento sale de las mismas comunidades y se transmiten por frecuencias de AM o internet.

Consideró que en Guatemala sólo se puede acceder a las frecuencias a través de las subastas que hace el Estado, “desde el 2002 se hicieron las subastas y luego en 2003, durante 10 y 11 años no hubo”.

Sin embargo, estas subastas son muy caras y los pueblos indígenas no pueden pagarlas, por lo que tienen acceso a frecuencias obsoletas, por lo que se dijo es discriminatorio, porque ellos y ellas quieren acceder a esas tecnologías y a la frecuencia FM.

Denunció que en Guatemala la radio comunitaria no está reconocida en la Ley General de Telecomunicaciones.

Se reconocen sólo tres radios: radio estatal, radio aficionados y radio comercial, pero no se contempla la categoría de radios comunitarias y eso incumple los compromisos que hizo el Estado de Guatemala, en las firmas de Paz, en las cuales se comprometió a regular y reconocer a las radios comunitarias.

“Llevamos más de 20 años exigiendo un cambio en la legislación del país, cosa que se no da,” dijo a la Corte.

Cabe recordar que después 6 años de conflicto armado interno, según el informe de Naciones Unidas en Guatemala, “el 29 de diciembre de 1996 se llevó a cabo en Guatemala, la firma de la paz  […] entre la Unidad Nacional Revolucionaria Guatemalteca (URNG) y el Estado de Guatemala, acontecimiento que puso fin al conflicto”. Es así que los pueblos indígenas comenzaron a organizarse para demandar al Estado el derecho a acceder a frecuencias radioeléctricas.

Derivado de esto en el “Acuerdo Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas”, inciso H, titulado Medios de Comunicación Masiva, manifestó, que el Estado se compromete a realizar las reformas necesarias a la Ley de Radiocomunicaciones 433, para facilitar frecuencias radioeléctricas a los pueblos indígenas. En 1998, se fundó la Asociación de Radios Comunitarias de Guatemala (ARCG), con el fin de gestionar y presionar al Estado de Guatemala, para que cumpla los acuerdos. Sin embargo, el Estado reformó los decretos 94 y 96, que amplía los usufructos y regalan las frecuencias a radios comerciales, según lo expresado por Anselmo.

Algunas de las demandas de las radios comunitarias son:

  1. Alto al allanamiento, violencia y criminalización hacia comunicadores y comunicadoras indígenas, y a las radios comunitarias, por parte del Estado. Piden reparación de los daños y libertad de expresión.
  2. Regulación, en la Cámara del Congreso, en las telecomunicaciones y frecuencias radiales en el país. La Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión, dejó afuera a los pueblos para instalar sus propias radios. Piden que se apruebe la iniciativa de Ley 4087 para reconocer su legalidad, incluirlos y el reconocimiento de su derecho al acceso a la igualdad de condiciones a frecuencias de radiodifusión.
  3. Reconocer que los pueblos indígenas tienen derecho a difundir sus valores culturales, en un país cuya población indígena, según en el censo del 2018, es de 6.5 millones, es decir 43.75% (compuesto por poblaciones mayas, garífunas, xincas, croeles o afrodescendientes).

 

Las radios comunitarias también son importantes porque incluye a mujeres

María Pedro de Pedro, de Santa Ulalia Huahuatenango, integrante de la radio comunitaria Uqul Tinamil, que significa “la voz del pueblo”, y cuya vida tiene 22 años de funcionamiento, dijo que las radios comunitarias indígenas juegan un papel fundamental, porque a través de ellas difunden información que incentiva la participación política de las mujeres.

Las mujeres suelen ser las principales radioescuchas, por lo que ofrecen contenidos y programas como salud y medio ambiente, por ejemplo, hablan de temas forestales, sobre restauración de flora y fauna, recargas hídricas e informan sobre la soberanía alimentaria, en la que la participación de mujeres es fundamental y además también lo es para que los pueblos indígenas puedan salir del subdesarrollo.

Estamos luchando para la construcción de identidad, ligado con medios de comunicación, estamos batallando para lograr una justicia”, declaró María.

Precisó que “las radios comerciales ubicados en ciudad, tienen altos costos de servicio, privilegios y programas radiales [que] promueven masivamente los productos de marcas y los pueblos indígenas nos convertimos más a productos”, por lo que suelen verse como simples consumidores. Al respecto destacó que una cuestión importante es que sus programas se transmiten, 75%,  en su idioma y 25% en español.

 

Radios comunitarias y diáspora guatemalteca

Rosendo, dirigente de la radio comunitaria X Musical, fundada en el 2000, dijo que sus contenido se hacen en mam, una de las principales lenguas indígenas en el país, “el mam es el segundo idioma maya que se habla, más de un millón de personas,” es decir, el 95% de su municipio hablan el idioma “y alrededor de 8 municipios lo hablan”.

El DDHH y radiodifusor enfatizó que es importante que la población reciba la información en su idioma.

“Es un poco triste y complicado comprender la historia de Guatemala no ha sido ideal para una nación republicana, hay debilidades del Estado en educación, salud, e infraestructura”.

Además, la mayoría de niños y niñas hablan mam, y en las escuelas hay maestros monolingües que enseñan en español, porque no hablan mam. Por eso, dijo, es fundamental una radio que promueve el idioma.

Señaló que la radio comunitaria juega un papel fundamental para la diáspora guatemalteca asentada en diversos países como España o Suiza, aunque la mayoría está en Estados Unidos: más precisamente en Okland, Georgia o Michigan.

La diáspora guatemalteca quiere conocer lo que sucede en su país de origen a través de un medio de confianza, “lo segundo es que sólo a través de este medio ellos pueden escuchar su marimba, su música. Es el único medio en donde bromeamos en nuestro idioma, hacemos el mundo feliz”.

Este jueves se reanuda la audiencia y se espera continuar con los testimonios del resto de las radios comunitarias.

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