Grandes marcas de moda vuelven a estar en el ojo del huracán por sus prendas y artículos del hogar hechos con algodón, quienes además promueven la fast fashion, moda rápida que promueve la contaminación.
Zara, Pull&Bear o H&M llevan consigo una serie de prácticas que atentan en contra el medio ambiente y contra las comunidades que habitan la Selva del Cerrado en Brasil, pues de ahí extraen la materia prima de su ropa.
“Los minoristas de moda más grandes del mundo, el grupo español Inditex y la sueca H&M, usan algodón relacionado a la deforestación ilegal, el acaparamiento de tierras, violaciones de derechos humanos y violencia contra comunidades tradicionales. Uno de estos grupos productores de algodón tiene acusaciones de corrupción en Brasil”, detalló Rafael Pieroni, líder del equipo de investigación de Earthsite en América Latina, a Once Noticias.
Los artículos que llevan algodón que se venden en estas tiendas sustentan una certificación que otorga Better Cotton (BC), para avalar el uso de algodón sustentable, sin embargo, detrás de toda la cadena de producción hay prácticas ilegales, por lo que los investigadores de la organización han calificado a este material como “algodón contaminado”.
Según Rafael Pieroni, para rastrear casi un millón de toneladas de “algodón contaminado”, tardaron más de un año en analizar imágenes satelitales, documentos judiciales y entrevistas.
Y es que, según esa investigación, 50 millones de prendas de ropa y artículos para el hogar hechos con algodón ilegal son comprados para el mercado de América Latina.
El algodón de la industria de la ropa lleva destrucción en sus hilos
El Cerrado es una región de sabana que ocupa el 20% de la extensión territorial de Brasil, más o menos un área del tamaño de México. En este lugar habita el 5% de la biodiversidad mundial, entre ellos, el oso hormiguero gigante y el armadillo gigante; es uno de los sumideros de carbono más importantes del planeta.
Sin embargo, es una de las regiones más asoladas por la deforestación. Según la investigación de Earthsight, las familias más ricas de Brasil son dueñas de granjas a gran escala y se encuentran entre los mayores productores de algodón del país. Además, están relacionadas con la deforestación de alrededor de 100 mil hectáreas de la selva del Cerrado.
La investigación señala que entre los mayores inversores extranjeros que extrae algodón de este lugar se encuentra Crispin Odey, uno de los mayores financiadores de la campaña del Brexit.
Este algodón llega a empresas asiáticas que después envían a las tiendas globales, por ejemplo, según Earthsight, las tiendas de América Latina de H&M y Zara compraron en 2021 más de 15 millones de dólares en productos como pantalones, shorts, calcetines, sudaderas, mantelería y cortinas provenientes de las fábricas que utilizan algodón del Cerrado, para venderlas en los países donde tienen sucursales; entre esos países está México.
En las últimas décadas más de la mitad del Cerrado ha sido deforestado para la agricultura a gran escala de algodón y miles de millones de litros de agua dulce se desvían a estos campos; además, son rociados con 600 millones de litros de pesticidas.
Pero el panorama a nivel ambiental es devastador, porque según datos de la organización con sede en Londres, la deforestación aumentó en 43% en 2023.
“Desde 1985, sólo Bahía ha perdido casi una cuarta parte de sus 9 millones de hectáreas originales del Cerrado. El impacto climático ha sido enorme: el desmonte de la vegetación del Cerrado para la producción agrícola genera la misma cantidad de carbono por año que las emisiones anuales producidas por 50 millones de coches”, asegura la investigación.
El problema es detonado por los modelos de consumo
De forma paralela, la producción de algodón ha aumentado escandalosamente, principalmente, en casi toda la selva de El Cerrado, “ahora se cultiva rutinariamente en rotación con la soja. Se espera que para 2030, Brasil supere a Estados Unidos como el mayor exportador de algodón del mundo”, lamenta la investigación.
“Esa destrucción está muy impactada o motivada por el consumo global, porque la materia prima que se produce ahí es casi 100% para la exportación global. El algodón que se produce en Brasil llega a compañías en Asia y ahí se producen todas estas prendas que llegan a Europa o a Estados Unidos y a América Latina”, sentencia Rafael al medio.
A pesar de ese panorama, el investigador asegura que los consumidores tienen una vía para combatir desde sus países esta problemática, impulsar a líderes que tengan entre sus agendas la protección del medio ambiente, como uno de los principales ejes, así como el tema de la protección y reconocimiento de los pueblos indígenas y a sus territorios.