La emisaria de la Organizción de las Naciones Unidas (ONU) para Myanmar tiene previsto iniciar una gira diplomática en Asia para buscar una salida a la crisis desatada por el golpe de Estado en ese país, pero no podrá reunirse con la Junta Militar que este viernes se opuso a su visita.
La gira de Christine Schraner Burgener tendrá lugar en un contexto de creciente preocupación en la comunidad internacional por la situación en Myanmar, escenario de manifestaciones diarias desde el golpe militar del primero de febrero que derrocó al gobierno civil de Aung San Suu Kyi.
El balance de la represión superó este viernes los 600 muertos, una situación que llevó al embajador de Myanmar ante la ONU, Kyaw Moe Tun, a reclamar más sanciones y medidas internacionales, como una zona de exclusión aérea en su país.
La diplomática suiza empezó su gira en Tailandia, aunque también visitará China.
Pero no será recibida en Myanmar, a donde reclama ir desde hace más de dos meses para reunirse con los generales.
No hemos permitido eso. Y no tenemos ninguna intención de permitirlo ahora”, declaró este viernes el portavoz de la junta, Zaw Min Tun.
Burgener confirmó que la junta había rechazado su vista. “Lamento que Tatmadaw me respondiera ayer que no están dispuestos a recibirme”, tuiteó, empleando el nombre oficial del ejército en Myanmar.
Estoy dispuesta a dialogar. La violencia nunca conduce a soluciones duraderas”, agregó, indicando que había llegado a Bangkok.
Al menos 614 civiles murieron desde el 1° de febrero a manos de las fuerzas de seguridad en la represión de las manifestaciones prodemocracia en Myanmar, según la Asociación de Asistencia a los Prisioneros Políticos (AAPP).
Pero el balance podría ser mucho peor: más de 2 mil 800 personas fueron detenidas y no se tiene noticias de muchas de ellas.