Raghad Loai Mhanna es una joven palestina que en medio de la crisis y el caos que devastó la Franja de Gaza, logró graduarse de la secundaria.
En medio de una ciudad destruida, afirma que el camino hacia la graduación fue largo y tenso. La falta de su madre, de quien quedó separada por los desplazamientos forzados, y la falta de acceso a los servicios básicos complicaron sus días, pero el cuidado de sus cuatro hermanas menores le dio fuerza para seguir adelante.
“No había suficiente luz, solía estudiar solo durante el día, solía ir a sesiones de tutoría que están muy, muy, muy lejos. Definitivamente estaba asustada porque las huelgas continuaron durante 24 horas. Además, el hambre era uno de los factores que no me permitía estudiar mucho”, compartió la joven.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 97% de las instalaciones educativas en el territorio palestino sufrieron algún tipo de daño.

Raghad Loai Mhanna resaltó que eligió continuar con su educación, porque la incursión israelí le arrebató casi todo: su casa, amigos, escuela y maestros.
Contó que lo único que le quedó fueron los libros y la esperanza de estudiar durante la guerra.
Ahora, ella espera que con el cese al fuego pueda continuar con sus estudios.
“La siguiente etapa de mi vida sería una de comodidad, compensación y estabilidad. No hay miedo en ello, continuar con mi derecho a la educación, obtener una beca, reunirme con mi familia y mi madre que está fuera de la Franja”, indicó.
Edición: Maricela Flores.