Internacional

Ex primer ministro japonés Shinzo Abe recibe funeral entre muestras de aprecio y manifestaciones

Alrededor de 60% de las y los japoneses se oponían al funeral de Estado, un homenaje poco habitual para dirigentes políticos en el Japón posguerra y porque la ceremonia costó unos 12 mdd.

El ex primer ministro de Japón asesinado, Shinzo Abe, recibió un funeral de Estado que estuvo lleno de militares y multitudes de dolientes en un contexto de protestas generalizadas, con miles de personas tomando las calles en oposición.

Al evento también asistieron la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, el príncipe heredero japonés Akishino y otros dignatarios extranjeros y japoneses.

Soldados con uniformes blancos tomaron las cenizas de Abe y las colocaron en un pedestal lleno de crisantemos y adornos blancos y amarillos-

Las y los asistentes se pusieron de pie mientras una banda militar tocaba el himno nacional de Kimigayo, luego mantuvieron un momento de silencio, se mostró un video elogiando la vida de Abe en la política, en el que se incluyó sus palabras construir un “Japón hermoso”, sus visitas al norte de Japón después del tsunami de 2011 y su personificación de Super Mario en Río de Janeiro para promover los Juegos Olímpicos de Tokio de 2020.

El primer ministro, Fumio Kishida, elogió a Abe como un político con una visión clara para el crecimiento económico posterior a la Segunda Guerra Mundial, el cual también promovió la seguridad nacional, el desarrollo de Japón y un “Indo-Pacífico libre y abierto”.

“Eras una persona que debería haber vivido mucho más. Tenía la firme creencia de que contribuirías como una brújula que mostraría la dirección futura de Japón y el resto del mundo durante 10 o 20 años más”, dijo Kishida.

Asimismo, comentó que la ceremonia financiada con fondos públicos era un “merecido honor” para el líder político moderno con más años de servicio en Japón, pero que dividió profundamente a la opinión pública.

Marcelo Ebrard transmite condolencias al pueblo japonés

El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, en representación del Presidente Andrés Manuel López Obrador, asistió al funeral de Estado del ex primer ministro Shinzo Abe.

Después del funeral de Estado, el canciller participó en el saludo de cortesía encabezado por el primer ministro, Fumio Kishida, junto con el jefe de Gabinete, Hirokazu Matsuno, y el ministro de Asuntos Exteriores, Yoshimasa Hayashi.

El secretario Ebrard presentó las condolencias del Gobierno de México y reconoció el legado del ex primer ministro en el acercamiento de nuestros países.

Foto de SRE

Abe visitó México en 2014 y fue un importante promotor del fortalecimiento de nuestros vínculos políticos, económicos y de cooperación.

Japón es la relación más antigua de México con un país de Asia-Pacífico, con contactos que datan de hace más de 400 años y con 133 años de relaciones diplomáticas desde que estas se establecieron oficialmente.

Además, es el sexto socio comercial y cuarto inversionista a nivel mundial de México y es también el tercer destino más importante para exportaciones agroalimentarias de nuestro país a nivel internacional.

Oposición contra funeral de Abe

Los principales partidos políticos de oposición de Japón boicotearon el funeral, que según los críticos fue un recordatorio de cómo los gobiernos imperialistas de antes de la guerra usaban los funerales de Estado para avivar el nacionalismo, mientras que el Gobierno sostiene que la ceremonia no pretendía obligar a nadie a honrar a Abe. 

Mientras a unos kilómetros se desarrollaba el funeral de Abe con 4 mil 300 participantes, incluidos 700 dignatarios extranjeros, miles de personas protestaban contra este homenaje ante el Parlamento japonés.

“Simplemente me parece imperdonable que se gaste tanto dinero del contribuyente para esto”, se indignó Kanako Harada, una cineasta independiente de 37 años.

Mientas en el Budokan se observaba un minuto de silencio, los manifestantes gritaron al unísono: “¡No nos impongan el silencio! ¡Anulen los funerales de Estado! ¡Restauren la democracia!”.

Alrededor de 60% de las y los japoneses interrogados en los últimos sondeos se oponían al funeral de Estado, un homenaje poco habitual para dirigentes políticos en el Japón posguerra y porque el costo de la ceremonia fue de unos 12 millones de dólares. 

Reuniones de Kishida ante el funeral de Abe

Ante el evento, Fumio Kishida se reunió esta semana con líderes extranjeros visitantes en lo que él llama “diplomacia fúnebre”, acción que fue considerada un intento de justificar aún más el honor de Abe; sin embargo, comentó que las conversaciones están destinadas a fortalecer los lazos a medida que Japón enfrenta desafíos regionales y globales, incluidas las amenazas de China, Rusia y Corea del Norte.

Debía reunirse con unos 40 líderes extranjeros hasta el miércoles, aunque no asistirá ningún líder del Grupo de los Siete. Después del funeral del martes, Kishida saludó a cada uno de los líderes en una recepción en la casa de huéspedes del estado de Akasaka.

Legado controvertido 

Shinzo Abe batió el récord de longevidad de un primer ministro japonés con ocho años y medio en dos etapas (2006-2007 y 2012-2020). Se dio a conocer al extranjero por una intensa actividad diplomática y por su política de expansión presupuestaria y monetaria apodada como “Abenomics”, que tuvo resultados moderados.

No obstante, en Japón era también detestado por muchos por su discurso nacionalista, su voluntad de revisar la Constitución pacifista y numerosos casos de clientelismo en su entorno. Su asesinato, el 8 de julio de 2022 en un mitin electoral en Nara (oeste), ensució todavía más su imagen entre sus detractores.

Su presunto asesino lo atacó por considerarlo cercano a la Iglesia de la Unificación, una organización religiosa controvertida con vínculos con numerosos miembros del gobernante Partido Liberal Demócrata, que Abe presidió durante largo tiempo.

 

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