La mayor parte de los italianos ha podido tomarse sentado y sin prisas un capuchino en el bar y almorzar tranquilamente en un restaurante al haberse aligerado las restricciones de movilidad por la mejoría de los datos epidemiológicos, aunque las aglomeraciones del fin de semana han llevado a las autoridades a pedir que no se baje la guardia, o se perderá el control de la pandemia.
A tenor, entre otros, de los parámetros de incidencia de la infección y el estado de los hospitales, todas las regiones se encuentran en zona amarilla, la de menores limitaciones, excepto Apulia, Cerdeña, Sicilia, Umbría y la provincia Autónoma de Bolzano, que permanecerán como zonas naranjas, el segundo nivel de los tres de riesgo establecidos por el Gobierno italiano.
Desde este lunes no queda ninguna región en zona roja, el máximo nivel de riesgo y donde se mantenían las restricciones más estrictas en cierres y movilidad.
Son pocos los cambios en la vida social de los italianos en la zona amarilla, pues aún no podrán desplazarse a otra región y queda vigente el toque de queda desde las 22:00 a las 05:00 horas, mientras los bares y restaurantes seguirán cerrando a las 18:00.
Sin embargo, aunque con aforo reducido, en las regiones amarilla se abrirán los museos y exposiciones de lunes a viernes, excepto festivos.
Un respiro en la cultura para un país donde cines, teatros y museos permanecen cerrados desde octubre.
Aunque sea de forma simbólica, pues no se espera una gran afluencia, abren algunos lugares arqueológicos de Roma como el Coliseo y también los Museos Vaticanos.
La mayoría de los italianos mostraba su alegría por poder volver a llevar a cabo una de sus tradiciones: desayunar en el bar o comer en alguna trattoria durante la pausa de trabajo.
Aunque las aglomeraciones que se han vivido este fin de semana en las principales ciudades italianas en las zonas de ocio y comerciales han llevado a las autoridades a advertir de que las zonas amarillas no significa que se pueda hacer lo que uno quiera.
Si volvemos a fingir que no ha pasado nada y presenciamos las escenas de aglomeraciones que hemos visto, perderemos nuevamente el control de la epidemia”, dijo el comisionado nombrado por el Gobierno para la emergencia, Domenico Arcuri.
La zona amarilla no significa que no haya peligro. Necesitamos aún mantener la máxima cautela si no queremos retroceder respecto a los avances realizados en las últimas semanas”, comentó el ministro de Sanidad, Roberto Speranza.
El descenso por debajo del 1% del índice de contagio RT ha permitido esta apertura.
Este domingo, Italia registró la cifra de fallecidos más baja en los últimos tres meses, 237, aunque se mantiene desde hace varias semanas en los 12 mil y 15 mil contagios diarios.
Tampoco han aumentado por el momento y en los últimos días las cifras de los pacientes ingresados por Covid-19 y en cuidados intensivos, pero tampoco descienden considerablemente, y de ahí el temor de las autoridades.