El grupo chií libanés Hezbolá confirmó este sábado la muerte de su secretario general, Hasán Nasralá, y reafirmó su compromiso de continuar con la “Yihad” contra Israel en apoyo a Palestina y en defensa de Líbano.
Israel declaró que eliminó a Nasralá el viernes por la tarde durante un bombardeo dirigido contra el cuartel general de Hezbolá, supuestamente ubicado en los suburbios meridionales de Beirut, conocidos como El Dahye, bajo edificios residenciales.
El ataque también dejó al menos seis muertos y decenas de heridos, según fuentes libanesas.
A pesar de estas afirmaciones, Hezbolá no se ha referido directamente al bombardeo en su comunicado, limitándose a anunciar la muerte de Nasralá mediante un texto biográfico y de condolencias transmitido por la televisión Al Manar. En este, se destaca el papel de Nasralá al frente del partido desde 1992, su liderazgo en la “liberación de Líbano en 2000” y la “victoria” de Hezbolá en la guerra con Israel en 2006.
El fallecimiento de Nasralá supone un golpe significativo para Hezbolá, aunque el grupo asegura que continuará su lucha.
Israel afirma que, con el asesinato del jefe del Hezbolá, el “mundo es un lugar más seguro”
El ejército israelí afirmó este sábado que la eliminación del jefe del grupo libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, hace que el mundo sea “un lugar más seguro“, e insistió en que continuará matando a otros comandantes del movimiento islamista armado.
“Nasralá era uno de los mayores enemigos de todos los tiempos del Estado de Israel […]. Su eliminación hace que el mundo sea un lugar más seguro”, declaró el portavoz del ejército, el contralmirante Daniel Hagari, durante una rueda de prensa televisada, un día después del bombardeo israelí contra el cuartel general de Hezbolá al sur de Beirut.
En otra declaración, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, dijo, dirigiéndose a la población libanesa: “No estamos en guerra contra ustedes. Es el momento del cambio“.
“A nuestros enemigos, les digo: somos fuertes y estamos decididos”, agregó.
Ante el riesgo de un aumento de las tensiones, las autoridades decretaron nuevas normas de seguridad pública en Israel.
El Mando del Frente Interior del ejército israelí anunció la prohibición de las concentraciones de más de mil de personas, sobre todo en Tel Aviv y en sus alrededores, donde decenas de miles de personas protestan cada sábado desde hace meses para manifestarse contra el gobierno.
Los enfrentamientos transfronterizos entre Hezbolá y el ejército israelí se alargan desde octubre.
Con la escalada militar de los últimos diez días, el movimiento chiita proiraní, que solía dirigir la mayoría de sus disparos contra el norte de Israel, amplió su rango de ataque hasta el centro del país.