Internacional

Indignación en Turquía por mafias de la construcción

Turquía adoptó una serie de normas y de regulaciones copiadas de las que existen en California, que son revisadas periódicamente.

La foto de un constructor inmobiliario detenido cuando intentaba huir de Estambul es el símbolo de la indignación en Turquía contra las mafias de la construcción, acusadas por el derrumbe de miles edificios durante el terremoto de la semana pasada.

El conjunto residencial Rönesans construido en Antakya, en el sur de Turquía, tenía ocho plantas y 250 apartamentos. Fue levantado hace 10 años y contaba hasta con una piscina. Presentado como un entorno de lujo, la torre se derrumbó sobre sus habitantes.

Este edificio es uno de los miles que colapsaron tras el sismo de magnitud 7.8 ocurrido el pasado lunes 6 de febrero a la madrugada y con un saldo, solamente en Turquía, superior a 30 mil muertos.

Frente a la creciente indignación, retratada en la prensa y difundida por las redes sociales, las autoridades turcas reaccionaron rápidamente con decenas de detenciones y mandatos de arresto que se multiplican. 

“Para este fin de semana, 10 personas ya estaban detenidas, entre ellas, dos promotores inmobiliarios que intentaron huir a Georgia, mientras 114 estaban prófugas”, anunció el ministro turco de Justicia, Bekir Bozdag.

El destino de la residencia Rönesans se convirtió en un caso emblemático de las malas prácticas denunciadas desde hace tiempo. 

Constructores y emprendedores corruptos

Otro caso es el del Hotel Isias, en Adiyaman, donde fallecieron 35 miembros de la delegación de voleibol juvenil de Chipre del Norte. 

Varios testigos afirmaron a la cadena de televisión NTV que el hotel había sido cerrado debido a “irregularidades” en la construcción, pero que volvió a abrir. 

“Quiero que esta gente sea juzgada, son asesinos”, afirmó un familiar de una víctima.

Un testigo contó que vio las paredes romperse como si fuera hojas de papel. 

La reacción del Gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan -que está en campaña con miras a las elecciones generales del 14 de mayo- no tiene precedentes.

Hasta ahora, los constructores y emprendedores corruptos lograron arreglárselas, pese a las reiteradas alertas de ingenieros y arquitectos reconocidos. 

En 1999, cuando otro terremoto había dejado 17 mil muertos en el noroeste de Turquía, en la provincia de Kocaeli, pasaron seis meses antes de que se produjera el primer arresto. 

Posteriormente, se abrieron más de 2 mil causas contra los promotores de las viviendas afectadas, pero mil 800 de estas terminaron sin que se dictara ninguna pena debido a una amnistía decretada en 2000. 

Finalmente, la mayoría de los responsables se beneficiaron de la prescripción de los delitos en 2007. 

Controles privados

Ante esto contexto, en su declaración, el constructor de la residencia Rönesans, Mehmet Yasar Coskun, rechazó las acusaciones en contra suya y de sus socios. 

“Yo ignoro por qué se derrumbó el edificio. Se emitieron todos los permisos después de que la municipalidad y la compañía de control efectuaran los estudios”, afirmó Yasar Coskun.

El permiso para esta residencia fue firmado en 2021 por el distrito de Ekinciler, en Hatay.

El alcalde de entonces, Seyfettin Yeral, confirmó al portal de información T24 que entregó el permiso, pero dijo que el control fue efectuado por una empresa privada. 

De todos modos no teníamos empleados para hacerlo afirmó.

Turquía adoptó una serie de normas y de regulaciones copiadas de las que existen en California, que son revisadas periódicamente, la última vez en 2018, pero, según ingenieros y arquitectos interrogados esta semana, la mayoría son ignoradas por los constructores. 

“En el papel, las normas son respetadas, con contratos delegados a empresas privadas encargadas de controlar”, explicó el arquitecto Aykut Köksal.

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