A cinco días de uno de los terremotos más mortíferos de la historia, la esperanza de encontrar vida entre los escombros decrece a contrarreloj.
De ahí que los pobladores de la provincia de Adiyaman en Turquía llaman ahora a los rescatistas “Busca Milagros”. Y vaya que la delegación mexicana, una de las primeras en arribar a la llamada zona cero, ha hecho justo eso.
Este sábado elementos de la Marina y equipos locales sacaron a una niña de 8 años de lo que era un edificio de departamentos.
Este no es el primer milagro de rescatistas mexicanos.
Por ejemplo, la teniente enfermera Rosa Ícela con apenas 25 años de edad logró reanimar a un hombre de 50 años de edad que tras sacarlo de entre los escombros entró en shock.
“Junto con los paramédicos de Turquía pudimos realizar maniobras de RCP al paciente, el cual se pudo recuperar sus signos vitales y fue trasladado a Una unidad hospitalaria”, dijo Rosa Icela González, teniente enfermera de la Sedena.
La delegación mexicana, integrada por el Ejército, La Marina, la Cruz Roja y un equipo de funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores llegaron a la madrugada del martes a Adiyaman, una provincia a 120 kilómetros del epicentro del terremoto.
“Los grupos que hemos integrado con personal especialista ha logrado el rescate de tres personas con vida y la recuperación de 17 cadáveres”, señaló José Luis Cruz, general brigadier del Agrupamiento de Ayuda Humanitaria.
Barato, es miembro honorario de este grupo busca milagros, ha ayudado a encontrar por lo menos 7 cuerpos. De hecho, el equipo mexicano, al que se le ha asignado la búsqueda en 70 edificios de Adiyaman, es el único que cuenta con elementos caninos en esta zona.
“Sin duda la mayor satisfacción ha sido el rescate de personas con vida. El objetivo que tenemos por instrucciones del presidente de la República, en coordinación con la Sedena, la Semar, Cruz Roja y Cancillería estamos trabajando en ese objetivo”, afirmó Bernardo Aguilar, director general para Europa de la Secretaria de Relaciones Exteriores.
De ahí que estos buscan milagros se ha ganado la confianza y hasta el cariño de los turcos. Y a toda hora, incluso a menos 10 grados bajo cero salen a la menor esperanza de encontrar vida, entre los recovecos de la tragedia.