Internacional

Inflación en Reino Unido llega a 10.9% en octubre

También pronostica que el Reino Unido se enfrenta a una recesión de dos años “muy desafiante”, que sería la más larga registrada.

La inflación británica alcanzó su máximo nivel en octubre, a 10.9%, estimó este jueves 03 de noviembre el Banco de Inglaterra (BoE), que previó hasta un alza de 13% antes de los anuncios gubernamentales de limitar el precio de la energía.

Sin embargo, la inflación, que había llegado en septiembre a 10.1% según datos oficiales, va a estar “cerca de 11% el resto del cuarto trimestre, antes de retroceder a 10% en el primer trimestre 2023 y bajar más posteriormente”, estima el BoE en un informe de política monetaria.

Banco de Inglaterra eleva tasas de interés

El Banco de Inglaterra elevó sus tasas de interés oficiales este jueves de 0.75 a 3%, su mayor aumento desde 1989 para contrarrestar la inflación, pero señala que el mercado sobrestima su voluntad de continuar los aumentos que pesan sobre la economía. 

En las minutas de reunión, la entidad advirtió sobre un “panorama desafiante” y dijo que espera la economía “entre en recesión durante un periodo prolongado”. 

El BoE dijo que la economía está en contracción desde el tercer trimestre, iniciando una recesión técnica que proyecta que se extienda hasta la primera mitad de 2024.

“Hay un duro camino por delante”, dijo el gobernador del banco centra Andrew Bailey en una rueda de prensa. 

La subida de los tipos del BoE agrava la crisis del costo de la vida para millones de británicos, ya que el alza empuja a un incremento de los préstamos. 

La aguda subida de los precios de la energía provocados por la invasión rusa de Ucrania nos han empobrecido como nación. El nivel de actividad económica probablemente sea nula o caiga durante algún tiempo”, advirtió. 

“El banco central tiene el trabajo poco envidiable de luchar contra la inflación rampante y una enorme incertidumbre económica y política”, dijo Craig Erlam, analista de la plataforma de intercambios OANDA.

El Reino Unido sale de una tormenta financiera después de que el gobierno de la ex primera ministra Liz Truss propusiera un plan fiscal que generó caos en los mercados y que obligó al banco central a intervenir. 

Tras la renuncia de Truss, su sucesor Rishi Sunak ha intentado calmar a los mercados sugiriendo posibles alzas fiscales en el presupuesto que debe presentar el 17 de noviembre, aunque esta medida pueda perjudicar a la economía. 

Creo que todo el mundo sabe que nos enfrentamos a un panorama económico desafiante y que se necesitan decisiones que serán difíciles”, dijo el miércoles Sunak ante el parlamento. 

Rishi Sunak tendrá que poner en pie una economía británica de rodillas

El nuevo primer ministro británico, Rishi Sunak, hereda una economía de rodillas, con la energía y los tipos de interés disparados, la moral de consumidores y empresas por los suelos y la desconfianza de los mercados.

El exministro de Finanzas de Boris Johnson, que antes dirigió el Tesoro británico y trabajó para fondos de inversión o en Goldman Sachs, procede del mundo de los negocios, que ahora tratará de tranquilizar.

Según Danni Hewson, analista de AJ Bell, Sunak “tiene a los mercados de su lado” ya que “esperan que vaya a estabilizar la economía y la situación política”

Y, de hecho, el anuncio de que Boris Johnson renunciaba a sus veleidades de retornar a  Downing Street, y que Rishi Sunak era el gran favorito, ha provocado un enorme suspiro de alivio en la City

Tarea dantesca

Pero “la tarea se anuncia dantesca” según Susannah Streeter, analista de Hargreaves Lansdown.

Desde hace meses, el país encadena las adversidades. La pandemia, el impacto del Brexit, efectivo desde enero de 2021, la guerra de Ucrania, la brutal inflación de los precios energéticos y sus efectos sobre el aumento de la pobreza con millones de británicos agobiados por las facturas.

A ello, se añaden el caos político, entre escándalos del gobierno de Boris Johnson, y la tormenta sobre los mercados generada por el breve paso de Liz Truss en Downing Street y el “mini-presupuesto” de su entonces ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng.

Estas medidas, de colosal magnitud, que incluían bajas de impuestos y ayudas a las facturas de energía, no cifradas y que debían ser financiadas por préstamos ante los mercados, hicieron huir a los inversores.

La libra cayó a su mínimo histórico, el bono británico –el tipo de interés que el país debe pagar para endeudarse- se disparó a su máximo en 20 años, obligando al Banco de Inglaterra a intervenir para evitar una crisis financiera.

Retorno a la ortodoxia presupuestaria

Es exactamente lo que predijo Rishi Sunak en su campaña perdida contra Liz Truss para reemplazar a  Boris Johnson en Downing Street, cuando él abogaba por todo lo contrario: un retorno a la ortodoxia presupuestaria.

Algunos días antes de la debacle de su gobierno, Liz Truss intentó salvar los muebles al destituir a Kwasi Kwarteng, reemplazado por el moderado Jeremy Hunt.

Este rápidamente anuló la casi totalidad de las bajas de impuestos, redujo las ayudas energéticas, y anunció “próximas decisiones difíciles”

Hunt –aunque aún no se sabe si Sunak lo mantendrá como ministro de Finanzas- trabaja en un plan presupuestario de medio plazo para el 31 de octubre, y prevé dolorosos recortes en el gasto público y posibles alzas de impuestos.

Éstas alzas podrían afectar en especial a los sectores energético y bancario, que se han beneficiado notablemente de la subida de las cotizaciones de la energía y de los tipos de interés, tras la invasión de Ucrania por Rusia.

Con o sin Hunt en Finanzas, el espectro de un retorno a la austeridad planea ahora sobre el Reino Unido, un trago amargo propuesto por el riquísimo Rishi Sunak, cuya esposa es heredera de una de las mayores fortunas indias.

Datos económicos de Reino Unido

De momento, los datos económicos de Reino Unido son muy inquietantes: la inflación de más del 10% es la más elevada del G7, y está en niveles sin precedentes desde hace 40 años.

El PIB retrocedió en agosto y el indicador PMI (actividad manufacturera) mostró un notable deterioro en octubre. Los analistas consideran que el país se dirige hacia la recesión.

Las ventas minoristas cayeron en agosto, mostrando cómo la inflación afecta el poder adquisitivo de los consumidores.

La excepción es el índice de desempleo, en su nivel más bajo en 50 años, pero ello se debe a una falta de trabajadores y a una salida de demandantes de empleo del mercado de trabajo.

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