
Al menos 38 personas fueron detenidas este domingo en Israel durante protestas que exigían un alto al fuego en Gaza y la liberación de rehenes, informó la Policía israelí.
Las autoridades señalaron que la mayoría de las manifestaciones se desarrollaron de manera pacífica y que los arrestos se produjeron solo en casos de “disturbios públicos”.
“La libertad de protesta y expresión no incluye la libertad de provocar incendios, obstruir el movimiento de los ciudadanos ni interrumpir el orden público”, declaró la Policía israelí.
Durante la mañana, manifestantes bloquearon carreteras con neumáticos incendiados, aunque más tarde se confirmó que todas habían sido reabiertas.
Entre los participantes se encontraban familiares de rehenes, organizados en el Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos, quienes pidieron el fin de la ofensiva en Gaza. Su convocatoria fue respaldada por sindicatos y empresas.
Críticas y respaldo
Las protestas se concentraron en Tel Aviv, donde en la “plaza de los rehenes” se levantó una gran bandera israelí con los retratos de los secuestrados. También hubo movilizaciones en Jerusalén y otras ciudades del país.
Simpatizantes del primer ministro Benjamin Netanyahu y de la extrema derecha criticaron con dureza el movimiento.
“Bloquear las principales carreteras de Israel y perturbar la vida de los ciudadanos es un grave error y una recompensa para el enemigo”, declaró el ministro de Cultura, Miki Zohar.
Por su parte, Netanyahu afirmó que las protestas ayudan a Hamás:
“Están garantizando que los horrores del 7 de octubre se repitan. Para liberar a los rehenes y garantizar que Gaza no represente una amenaza, debemos derrotar a Hamás”.