Israel ordenó este sábado la evacuación de la población civil de más áreas del este y norte de Rafah, refugio de cerca de un millón y medio de gazatíes, seis días después de iniciar la operación militar en esa ciudad del sur de Gaza.
Los barrios más afectados son Adari y Geneina, a los que se les ha pedido que se dirijan al ‘área humanitaria’ de Al Mawasi, una zona costera ya saturada donde los desplazados viven en tiendas de campaña improvisadas, sin agua corriente ni saneamiento.
Lo anterior, a pesar de que este viernes Washington señaló que había evidencias ‘razonables’ de que su aliado había incumplido la ley internacional que protege a los civiles en la forma en la que llevó a cabo su guerra contra Hamás.
Además, Naciones Unidas y otras agencias han advertido que un asalto israelí sobre Rafah, en la frontera con Egipto y cerca de las principales vías de entrada de ayuda, paralizaría las operaciones humanitarias y causaría un desastroso incremento de víctimas civiles.
Las agencias humanitarias estiman que unas 110 mil personas ya se han marchado hasta el sábado, y que la última orden elevará esa cifra en otras 40 mil, pero la gente no sabe a dónde ir.
‘No sabemos adónde ir. No queda ningún lugar en la Franja de Gaza que sea seguro o no esté superpoblado. Khan Yunis y Deir al-Balah están llenos. No hay ningún lugar al que podamos ir. Nos moveremos sin rumbo’, dijo Farid Abu Eida, desplazado.
Mientras tanto, las manifestaciones de apoyo al pueblo palestino continúan en el mundo.
En España, miles de madrileños salieron este sábado a las calles para pedir, una vez más, el alto el fuego.