Internacional

Japón busca que ciudadanos acepten uso de identificación digital

A muchos japoneses les preocupa que la información pueda ser mal utilizada o que su información personal pueda ser robada. 

El Gobierno de Japón intensificó la promoción de la digitalización, para que el público reacio acepte obtener y usar identificaciones digitales, ya que de lo contrario, perderá el acceso a su seguro médico público. 

La iniciativa se trata de asignar números a las personas, similares a los números de la Seguridad Social en Estados Unidos.

A muchos japoneses les preocupa que la información pueda ser mal utilizada o que su información personal pueda ser robada. Algunos ven el esfuerzo de “My Number” como una violación de su derecho a la privacidad.

Dicho sistema nunca se ha puesto del todo de moda. Las máquinas de fax siguen siendo comunes y muchos japoneses realizan gran parte de sus negocios en persona, con efectivo.  

Algunos trámites burocráticos se pueden realizar en línea, pero muchas oficinas japonesas aún requieren “inkan” o sellos para estampar, para identificación, e insisten en que las personas lleven formularios en papel a las oficinas. 

Ahora, el Gobierno está pidiendo a la gente que solicite tarjetas de plástico “My Number” equipadas con microchips y fotos, para vincularlas a las licencias de conducir y los planes de seguro médico público.

Las tarjetas de seguro médico actualmente en uso, que carecen de fotografías, se suspenderán a fines de 2024. Se requerirá que las personas usen tarjetas “My Number” en su lugar.

Eso ha provocado una reacción violenta, con una petición en línea que exige la continuación de las tarjetas de salud actuales que atrajo más de 100 mil firmas en unos pocos días. 

Oposición a las identificaciones digitales

Los que se oponen al cambio dicen que el sistema actual ha estado funcionando durante décadas y que volverse digital requeriría un trabajo adicional en un momento en que la pandemia aún está ejerciendo presión sobre el sistema médico. 

Pero la renuencia a volverse digital se extiende más allá del sistema de atención médica. Después de numerosos escándalos por filtraciones y otros errores, muchos japoneses desconfían del manejo de datos por parte del Gobierno.

También desconfían de la extralimitación del Gobierno, en parte un legado de los regímenes autoritarios antes y durante la Segunda Guerra Mundial. 

Saeko Fujimori, que trabaja en el negocio de los derechos de autor de la música, dijo que se supone que debe obtener la información de “My Number” de las personas con las que trata, pero muchos se resisten a darla.

Nadie está tan sorprendido de que tenga problemas para obtener esa información, dado lo impopular que es. 

“Tiene un microchip y eso significa que puede haber fraude. Si una máquina está leyendo toda la información, eso también puede generar errores en el sector médico”, dijo Fujimori. 

¿Qué es “My number”?  

Se trata de un nuevo tipo de tarjeta de identificación que se basa en una tarjeta física con un número de 12 dígitos, un chip inteligente y que también cuenta con la foto y algunos datos básicos de la persona a la que corresponde. Es algo así como un DNI electrónico. 

¿Cuándo se creó? 

En 2015, Japón trató de implantar el nuevo sistema de identificación personal llamado “My number”. El objetivo era afrontar problemas administrativos que se habían ido enquistando desde hacía años, como la evasión de impuestos o la falta de información sobre los ciudadanos.

La falta de coordinación entre organismos públicos -cada uno con información diferente y que no se compartía- era un problema importante, y parecía una solución razonable. 

Primero, gestiones administrativas; ahora, gestiones sanitarias  

La emisión de este tipo de tarjetas nunca ha acabado de tener demasiado éxito a pesar de facilitar gestiones administrativas.

Hace meses que Japón quiere impulsar su uso con una nueva medida: integrar la tarjeta de su sistema de seguridad social (o el carné de conducir) con “My Number”.

El Gobierno ha establecido el plazo de finales de 2024 como límite para que la gente solicite su tarjeta “My Number” e integre allí sus datos sanitarios.

La amenaza es clara: a partir de 2025, si no tienes esa tarjeta podrías no acceder a los servicios médicos y sanitarios del país. 

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