Efectivos de la Guardia Nacional de California comenzaron a llegar este domingo al centro de Los Ángeles por orden del presidente Donald Trump, en respuesta a los enfrentamientos registrados en días recientes entre manifestantes y autoridades migratorias.
El despliegue se realiza a pesar de la oposición del gobernador Gavin Newsom, lo que marca un conflicto sin precedentes entre el gobierno estatal y federal.
Tropas del 79º Equipo de Combate de la Brigada de Infantería fueron vistas organizándose en el complejo federal donde se ubica el Centro de Detención Metropolitano, escenario de protestas y bloqueos. Según el Departamento de Defensa, los militares llegaron armados y con vehículos blindados, en lo que Trump ha descrito como una respuesta necesaria a una “forma de rebelión”.
Protestas y respuesta federal
Las tensiones escalaron tras redadas migratorias que dejaron más de 100 arrestos en una semana, incluyendo a un dirigente sindical detenido mientras protestaba. El epicentro de los choques fue la ciudad de Paramount, donde cientos de personas intentaron bloquear vehículos de la Patrulla Fronteriza cerca de un Home Depot.
Los manifestantes lanzaron piedras y concreto, mientras agentes federales respondieron con gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y bolas de pimienta.
Los disturbios se extendieron a la vecina Compton, donde se incendió un automóvil. En la noche del sábado, las protestas continuaron frente a negocios y edificios federales, incluyendo centros de detención.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, afirmó que el despliegue busca “mantener la paz y el orden público”. Sin embargo, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, advirtió que podría enviar a los marines si persiste la violencia, una medida que elevaría aún más el tono del conflicto.
El gobernador Gavin Newsom calificó la intervención como “incendiaria y desquiciada”, destacando que es la primera vez en décadas que la Guardia Nacional de un estado es activada sin el consentimiento de su gobernador, según el Brennan Center for Justice.
Mientras tanto, el centro de Los Ángeles sigue bajo fuerte presencia militar y manifestantes continúan congregándose pese a las detenciones y advertencias de las autoridades.