Elegida este miércoles primera ministra, Magdalena Andersson, de 54 años, pondrá a prueba su reputación de todo terreno para mantener unida y fuerte a la izquierda de Suecia frente a una unión inédita de la derecha con la extrema derecha.
Esta economista diplomada en la principal escuela de comercio de Suecia, heredó el puesto de primer ministro, Stefan Löfven, que renunció tras ser censurado por el Parlamento en junio, a menos de un año de unas difíciles elecciones previstas para septiembre de 2022.
Magdalena Andersson
Ministra de Finanzas con Löfven desde hace siete años, esta antigua nadadora de alto nivel, se define como una “mujer simpática y trabajadora a la que le encanta tomar decisiones”.
Políticamente, se ha forjado una reputación de mujer firme, segura de ella misma y con un tono directo que contrasta con la moderación habitual de Suecia, destacan los expertos interrogados por AFP.
Hay gente que incluso dice tenerle miedo, lo que es bastante curioso viniendo de profesores de economía o politólogos de élite señaló Anders Lindberg, jefe del servicio político del diario Aftonbladet.
La televisión pública SVT la apodó “La buldócer” en una reciente emisión.
En Bruselas, Andersson ha hecho bandera de la contención presupuestaria, alineándose el año pasado con Austria, Holanda y Dinamarca en el club de los “frugales”, opuestos al macroplan de reactivación económico europeo.
También asumió el año pasado la presidencia de un comité consultivo del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Además, tiene una forma de argumentar que recuerda un poco a Angela Merkel.