En Estados Unidos, Melissa Lucio fue acusada de asesinato en 2007, después de la caída accidental de María, su hija de 2 años. Por esto fue procesada, juzgada y sentenciada a la pena de muerte.
Su proceso penal sugiere un cúmulo de irregularidades y violaciones a los derechos de la mujer méxicoamericana, madre de 12 hijos. Sin pruebas, testigos válidos ni antecedentes de violencia familiar.
Varios jueces han coincidido en que Lucio no recibió un juicio justo.
“El Estado no presentó pruebas físicas ni testimonios de testigos que establecieran que Lucio abusó de Mariah o de cualquiera de sus hijos, y mucho menos mató a Mariah”, escribió la jueza Catharina Haynes en nombre de los siete jueces disidentes de la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de los Estados Unidos.
Su ejecución en Texas está programada para el próximo 27 de abril por medio de una inyección letal.
Por lo anterior, diversas organizaciones civiles como “The Innocence Project“, dedicada a ayudar a liberar a personas inocentes, trabajan a marchas forzadas para tratar de salvarle la vida.
En manos del gobernador de Texas, Greg Abbott, está la posibilidad del indulto o Melissa será la mujer número 18 en ser ejecutada desde 1976.