Un conflicto bélico es dañino para una sociedad y a nivel global, pero quienes llegan a padecer más este problema son niños y niñas, así como sectores más vulnerables.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), mediante un comunicado, alertó de la posibilidad de que los niños y niñas que están huyendo de Ucrania -debido al conflicto bélico que mantiene con Rusia-, corren un mayor riesgo de ser víctimas de la trata y la explotación de seres humanos.
La agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con sede en Nueva York y que provee ayuda humanitaria y desarrollo a niños y madres en países en desarrollo, precisó que, “los traficantes se aprovechan del caos que generan los movimientos de población a gran escala y, teniendo en cuenta que más de 1.5 millones de niños han escapado de Ucrania como refugiados desde el 24 de febrero y, otros se han desplazado dentro del país a causa de la violencia, el peligro es real y cada vez mayor”.
Según un análisis llevado a cabo recientemente por Unicef y el Grupo Interinstitucional de Coordinación contra la Trata de Personas (ICAT), 28% de las víctimas de la trata identificadas en todo el mundo son infantes.
Por ello, Unicef indica que, en el contexto de Ucrania, los expertos en protección de la infancia, consideran probable que los niños representen un porcentaje aún más alto de posibles víctimas de trata, ya que niños y mujeres suponen casi el total de los refugiados que han huido del país hasta estos días.
“La guerra de Ucrania está provocando desplazamientos masivos y flujos de refugiados, unas condiciones que podrían dar lugar a un aumento significativo de la trata de personas y una grave crisis de protección de la infancia”, aseguró Afshan Khan, directora regional de Unicef para Europa y Asia Central.
La directiva explica que, los pequeños desplazados son “extremadamente vulnerables” a la separación de sus familias, la explotación y la trata, ante esto, los gobiernos de la región deben dar un paso adelante y poner en marcha medidas para protegerlos.
Datos de Unicef arrojan que, desde el 24 de febrero hasta el 17 de marzo, más de 500 niños no acompañados han cruzado la frontera entre Ucrania y Rumanía. Sin embargo, es probable que la cifra real de niños separados que han salido de Ucrania a los países vecinos sea más elevada.
Por ese motivo, Khan asegura que, será necesario analizar el nivel de vulnerabilidad de los niños que huyen de Ucrania, a medida que cruzan a un país vecino.
“Deberíamos hacer todo lo posible para fortalecer los procesos de control en los pasos fronterizos de refugiados”, recomendó.
De esa forma, y a fin de proteger y asistir a los niños y las familias que han abandonado Ucrania, Unicef y Acnur (la agencia de la ONU para los refugiados), en colaboración con los gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil, están instalando “puntos azules”, que son espacios seguros para los niños y las mujeres.
En esos puntos, las familias que viajan pueden obtener información crucial y acceder a servicios básicos. Los “puntos azules”, indica Unicef, ya se han establecido en algunos países que acogen a niños y mujeres de Ucrania y seguirán ampliándose en los próximos días.
Hacen llamado a gobiernos
Unicef está pidiendo a los gobiernos de los países vecinos y otras naciones de destino fortalecer los controles de protección de la infancia en los pasos fronterizos, especialmente los que limitan con Ucrania, con el fin de identificar mejor a los niños en riesgo.
Así mismo, insta a los gobiernos a mejorar la cooperación transfronteriza y el intercambio de información entre las autoridades de los controles fronterizos, las fuerzas del orden y los servicios de protección de la infancia, así como a identificar rápidamente a los niños separados y poner en marcha procedimientos de búsqueda y reunificación de familias para los niños que no cuentan con el cuidado de sus progenitores.
Del mismo modo, acotó Unicef, es necesario establecer controles adicionales para detectar posibles riesgos de protección en los albergues, las principales estaciones de tren urbanas y otras ubicaciones por las que transiten o donde se reúnan los refugiados.
“Es imprescindible que las fuerzas del orden nacionales e internacionales, controlen los desplazamientos de las mujeres y los niños y se esfuercen por mitigar los riesgos a los que se enfrentan los grupos vulnerables”, sugirió