Igualdad social y legal fue la frase más repetida de la marcha por los derechos LGBTQ+ que convocó a miles de personas este sábado en el centro de Santiago, después de haber sido suspendidas desde hace dos años debido a la pandemia.
En un Chile enfrascado en cambios profundos, con una Convención Constitucional que escribe una nueva Carta Magna y a pocos días de elegir a un nuevo presidente, la Marcha del Orgullo incorporó por primera vez una columna de migrantes LGBTQ+ con un lienzo que decía “diversidad sin fronteras”, reivindicación acompañada por representantes de embajadas y consulados de 12 países de América y Europa.
Esta marcha es muy significativa, pues marca la reactivación de nuestra lucha masiva en las calles, tras dos años y medio sin poder marchar debido a la pandemia. Venimos a decir, con toda la fuerza, que el orgullo está más vivo que nunca”, dijo Daniela Andrade, vocera del Movilh, la agrupación defensora de los derechos LGBTQ+ más grande de Chile.
Los manifestantes se reunieron en la Plaza Italia, rebautizada Dignidad desde la revuelta social de octubre de 2019, y caminaron por la Alameda -la principal avenida de Santiago- con globos y la bandera arcoíris que representa al movimiento gay.
La marcha, que se desarrolló con música y bailes, fue encabezada por familias homoparentales que, con un lienzo que decía “Igualdad legal y social para todas las familias”, demandaron la pronta aprobación de un proyecto de ley que avanza en el Congreso para instaurar el Matrimonio Igualitario.
Desde 2015 rige en Chile el Acuerdo de Unión Civil (AUC) que legaliza la unión de parejas del mismo sexo con las mismas obligaciones legales de un matrimonio heterosexual, pero no les permite tener hijos.
Muchas gracias por invitarme, por estar aquí. Debo darles las gracias también por existir, porque ustedes en su diferencia están construyendo una democracia amplia sin exclusión”, dijo la académica mapuche, Elisa Loncon, presidenta de la Convención Constituyente, quien participó de la marcha vestida con un traje típico de la mujer mapuche.
La manifestación también exigió el cese de la violencia y los crímenes de odio, una reforma de la Ley Zamudio sobre derechos LGBTQ+ y la derogación del artículo 365 del Código Penal, un texto que establece una edad mínima de 14 años para consentir relaciones heterosexuales, pero que la fija en 18 para homosexuales.