Un devastador incendio en un internado islámico del estado de Kaduna, al noroeste de Nigeria, dejó un saldo de al menos 17 menores muertos y varios heridos, de acuerdo con la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias de dicho país.
En tanto, las autoridades iniciaron una investigación sobre la causa de dicho siniestro.
Los hechos ocurrieron durante la madrugada del miércoles, cuando la mayoría de los alumnos dormía, lo que dificultó su evacuación a tiempo. En el lugar había alrededor de 100 niños cuando se desató el incendio, explicó la Agencia de Gestión de Emergencias en un comunicado.
“Además, diecisiete menores sufrieron heridas graves y estaban siendo tratados en distintos hospitales”, añadió.
“Intentamos salvar a los niños, pero el humo y el calor eran insoportables”, relató un residente de la zona que participó en los esfuerzos de rescate. Equipos de emergencia llegaron al lugar, pero muchas víctimas ya habían sucumbido a las llamas o a la inhalación de humo.
La causa del incendio no estuvo clara de inmediato. Los hallazgos preliminares sugieren que el fuego fue causado por un amontonamiento de palitos utilizados para la higiene bucal, conocidos localmente como “kara”, que se habían acumulado en las inmediaciones de la escuela, según la agencia.
El presidente del país, Bola Tinubu, transmitió sus condolencias a las familias de las víctimas e instó a las escuelas a priorizar la seguridad de los estudiantes.
Mientras la nación llora la pérdida de estos jóvenes estudiantes, la exigencia de justicia y mejoras en las condiciones de las escuelas cobra más fuerza. Los familiares de las víctimas piden respuestas y medidas concretas para evitar que otra tragedia como esta vuelva a ocurrir.
El mes pasado, un dispositivo explosivo improvisado detonó en una escuela en las afueras de la capital, Abuya, y mató a dos personas e hirió a otras dos.