Más de 90 personas resultaron heridas este sábado por la noche en nuevos enfrentamientos entre policías israelíes y manifestantes palestinos en diversos barrios de Jerusalén.
Las fuerzas de seguridad israelíes también usaron un cañón de agua pútrida para dispersar a los palestinos, algunos de los cuales lanzaron proyectiles contra la policía en estos choques desarrollados en distintas zonas de Jerusalén Este.
Al menos 17 heridos recibieron balas de caucho de fuerzas israelíes, un día después de que los primeros enfrentamientos originaron más de 200 lesionados.
La ONU, la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia pidieron al Gobierno de Israel mayor tolerancia y menos violencia en Jerusalén.
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