El sur de Ucrania sufrió su tercera “noche de infierno” consecutiva por bombardeos rusos que golpearon especialmente al puerto de Odesa, en el mar Negro, nuevo objetivo de Moscú desde que se retiró de un acuerdo de granos clave para la alimentación mundial. Ucrania acusa a Rusia de atacar de manera específica sus infraestructuras portuarias con el objetivo de impedir cualquier posible reinicio de sus exportaciones de cereales. Al menos dos civiles murieron en bombardeos en Odesa y Mikolaiv, otro puerto del sur de Ucrania, en la desembocadura del río Bug en el mar Negro, informaron las autoridades locales que difundieron imágenes de edificios en llamas y fachadas destrozadas. En Odesa, el conserje de un edificio fue encontrado “bajo los escombros” tras un bombardeo que destruyó un edificio administrativo en el centro y dañó varias viviendas, informó el gobernador de la región de Odesa, Oleg Kiper. En Mikolaiv, las autoridades de la alcaldía indicaron que “al menos cinco inmuebles residenciales resultaron dañados” y se halló el cuerpo de una persona.
“¡Fue una noche de infierno para nuestro pueblo”, resumió el director del servicio ucraniano de emergencias, Serguiy Kruk.La fuerza aérea ucraniana indicó que Rusia lanzó en total 38 misiles y drones contra las dos ciudades.
“Lamentablemente no es posible interceptar todos los misiles, en particular los misiles supersónicos Kh-22 y Onyx, que son muy difíciles de destruir”, precisó en Telegram Oleg Kiper.Estos misiles, que Rusia utiliza muy poco, ya fueron lanzados durante un ataque en la noche del martes al miércoles contra terminales de granos e infraestructuras portuarias de Odesa y de Chornomorsk, destruyendo silos y 60 mil toneladas de cereales. El jueves, el ejército ruso informó que solo atacó instalaciones militares en la región de Odesa y cerca de Mikolaiv.