ONU Mujeres advierte que a un año del terremoto ocurrido el 14 de agosto de 2021 en Haití, las mujeres de aquél país son las que mayormente continúan sufriendo los estragos.
De acuerdo con un estudio denominado Análisis Rápido de Género (ARG), realizado por ONU Mujeres, en colaboración con CARE y organizaciones de mujeres, la falta de agua potable, inseguridad alimentaria, falta de acceso a servicios sanitarios y hasta violaciones sexuales son parte del sufrimiento de las mujeres haitianas a un año del terremoto.
Por ejemplo, el informe señala que tras el terremoto, 60% de las comunidades de los tres departamentos de Sud, Grand’Anse y Nippes se quedaron sin acceso al servicio de agua potable en el suroeste de Haití.
Como la mayoría son tradicionalmente responsables del cuidado de la familia, las mujeres parecen verse especialmente afectadas por la escasez de agua. ONU Mujeres señala en el estudio que cerca de 40% de las mujeres son cabezas de familia, y el hecho de no poder compartir estas tareas agrava aún más su situación.
El reporte también señala que la inseguridad alimentaria es otra de las necesidades más urgentes por resolver, que sufren las mujeres haitianas. Dice que antes del terremoto, 46% de la población tenía necesidades alimentarias insatisfechas, entre las que preocupaba la situación de niños, adolescentes y mujeres embarazadas.
Sin embargo, ONU afirma que como el terremoto exacerbó las vulnerabilidades preexistentes, esta situación se agravó aún más.
El informe señala que 53.6% de las mujeres y 46% de los hombres ya han experimentado dificultades para acceder a los servicios sanitarios debido a la actual crisis sanitaria; la falta de vivienda y refugio es percibida por 83% de los encuestados como un factor de inseguridad y de mayor riesgo de violencia.
Además, 79% de la población percibe que las mujeres participan en gran medida en el proceso de respuesta, pero 22% señala que su presencia en la toma de decisiones es más débil.
La ONU afirma que el número de personas que necesitan ayuda humanitaria en Haití casi se ha duplicado en los últimos 4 años, pasando de 2.6 millones en 2019 a 4.9 millones en 2022.
Entre estas personas, asegura la ONU, hay cientos de madres y menores no acompañados, entre ellos niñas, que tuvieron que huir de sus hogares a causa del último enfrentamiento entre grupos armados en la comuna de Cité Soleil a principios de julio de 2022. Estas familias, con niñas y niños, que han perdido a padres y/o madres, se ven obligados a refugiarse en la comuna de Delmas en las plazas públicas y en las escuelas que deben reabrir en un mes.
ONU Mujeres hizo un llamado de auxilio a la comunidad internacional para voltear a ver la situación que vive Haití en general y en específico las mujeres y niñas:
“Las mujeres y niñas haitianas son las más vulnerables en este escenario de violencia arraigada. A menudo son secuestradas, confinadas y luego violadas en grupo por grupos armados. Necesitan un fuerte apoyo para ayudarles a sobrellevar la situación, que empeora día a día. ONU Mujeres reafirma su llamamiento a no perder de vista a Haití”, declaró.
“ONU Mujeres, como entidad de las Naciones Unidas que trabaja en favor de los derechos de la mujer, pide ayuda para llegar a las mujeres y niñas del sur que son víctimas del terremoto, de la crisis política y socioeconómica y de las directamente afectadas por la violencia de las bandas en el país”.