La situación en Afganistán se torna cada día más difícil.
El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA) señala que se avecina una catástrofe humanitaria si la población es abandonada a su suerte, ya que quedan menos de dos meses para el descenso de las temperaturas, indicó la directora del programa en Afganistán, Mary-Ellen McGroarty.
En tanto, aviones militares norteamericanos hacen maniobras de combate en el aeropuerto, a fin de frustrar misiles detectores de calor y continuar con la evacuación que se ha complicado por las multitudes que se apretujan en las inmediaciones de la terminal aérea y que en las últimas horas ha dejado a siete civiles afganos sin vida en su intento por salir del país.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) dijo que alrededor de 18 millones de personas en el país necesitan ayuda y se estima que uno de cada tres niños estará gravemente desnutrido este año.
Hay niños hambrientos, algunos con terribles heridas tras los enfrentamientos entre los nuevos gobernantes del país y las fuerzas de seguridad afganas”, señaló el jefe de operaciones de campo y emergencias de la agencia, Mustapha Ben Messaoud.
En Kandahar, he visto los impactos directos de este reciente recrudecimiento de los combates y ese impacto son los niños gravemente desnutridos que he visto heridos de tal manera que es difícil de describir, niños pequeños, de tan sólo 10 meses”, agregó.
Por su parte, Isabelle Moussard Carlsen, jefa de la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU (OCHA) en Afganistán, dijo que unos 18 millones de personas en el país necesitan ayuda.
También dijo que los recientes combates se han cobrado un alto precio en un sistema sanitario ya frágil, que se enfrenta a una escasez de suministros y equipos médicos esenciales en medio de la pandemia.
Ante esta crisis, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, activó este lunes la etapa inicial del programa flota aérea de reserva civil, solicitando 18 aviones de aerolíneas comerciales para transportar a evacuados.