La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) reunirá el martes 1 de junio a sus miembros y diez aliados (OPEP +) en un encuentro en el que decidirá probablemente aumentar de nuevo la producción para satisfacer la subida de la demanda.
A principios de mayo los países quienes conforman estas organizaciones –que dejan bajo tierra millones de barriles para no inundar un mercado debilitado por la pandemia del nuevo coronavirus– comenzaron a reabrir más los grifos de oro negro ante la mejora de la crisis sanitaria. Una estrategia gradual prevista hasta julio.
El martes se evaluará esta política y su posible prolongación a partir de agosto.
Se ceñirá al calendario prudente acordado en abril”, estima Helima Croft, analista de RBC.
Rusia, líder de los aliados, “intentará probablemente acelerar el ritmo” como viene haciendo desde principios de año, añade.
Pero se enfrentará a Arabia Saudita, un peso pesado del cartel partidario de la cautela que apoyará su posición en el resurgimiento de los contagios por covid-19 en Asia.
Efectivamente, el mercado se vio sacudido en mayo por una ola en India, el tercer país que más crudo consume, detrás de Estados Unidos y China.
A pesar de la reimposición de las restricciones de desplazamiento en varios países asiáticos, lo cual frenó el consumo de petróleo.
La demanda debería seguir aumentando con la intensificación de los viajes de verano en Europa y Estados Unidos, gracias al rápido despliegue de las vacunas en estas regiones del mundo”, asegura Melinda Earsdon, de Oanda
La OPEP también se muestra optimista sobre la recuperación de la demanda: el cártel mantuvo sus previsiones a principios de mes y espera un repunte de seis millones de barriles diarios este año con relación a 2020, hasta los 96.5 millones consumidos a diario en el planeta.
Si las negociaciones tienen éxito, el levantamiento de algunas sanciones económicas, como el embargo sobre el petróleo en vigor desde 2018, despejaría el camino para un aumento de la producción de casi 1.5 millones de barriles diarios si se compara el nivel actual de Teherán con el de hace tres años.