Luego de las fuertes lluvias que han dejado en Pakistán al menos 657 muertes en todo el país, desde el 26 de junio pasado, 400 de ellas en el noroeste del país, y tras las precipitaciones de este fin de semana, la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres emitió una alerta por más inundaciones.
Tan solo este fin de semana, murieron 307 personas y más de 150 permanecen desaparecidas en el distrito de Buner, en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, donde rescatistas realizan labores de búsqueda.
De acuerdo con habitantes del lugar, no se emitieron advertencias desde los altavoces de las mezquitas, un método tradicional para alertar sobre emergencias en áreas remotas. Sin embargo, el gobierno indicó que la lluvia fue tan repentina que no se logró dar aviso.
Este lunes, el primer ministro, Shehbaz Sharif, convocó en Islamabad a una reunión, para supervisar la ayuda en el noroeste de Khyber Pakhtunkhwa, así como en el norte de Gilgit-Baltistán y la Cachemira, administrada por Pakistán.
De acuerdo con un comunicado del gobierno de Pakistán, los daños relacionados con las inundaciones a la propiedad pública y privada alcanzan los 450 mil dólares.