El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK por sus siglas en turco) anunció su disolución y el fin de su lucha armada con Turquía, tras 40 años de confrontación, que dejaron más de 45 mil personas muertas.
El PKK inició en 1978 una lucha armada contra el Estado turco, buscando la autodeterminación e independencia de los kurdos, grupo indígena que históricamente ha habitado regiones de lo que actualmente es Turquía, Irán, Siria e Irak.
La lucha los llevó a construir la región autónoma confederada de rojava, que gobiernan en unidad distintos grupos políticos y religiosos.
La decisión de disolver el PKK ocurrió luego de que su líder, Abdullah Ocalan, preso desde 1999, llamó a terminar la lucha y promover la unidad entre turcos y kurdos, sin importar sus creencias.