Reflexionando en medio de los desvencijados restos de su modesta casa rural en Kentucky, Sam Stone expresó el miércoles gratitud por estar vivo tras un gigantesco tornado y aseguró que la recuperación era un acto de resiliencia, pues aún no ha recibido ayuda oficial. La tormenta más mortífera en la historia de Kentucky arrancó el techo de su casa, voló las paredes y succionó la mayoría de sus pertenencias, dejándolo en un limbo y sin ninguna seguridad sobre su futuro inmediato y el de su hijo adolescente.
No tengo mucho dinero y no tengo ningún seguro, por lo que me vendría bien algo de ayuda. Algunas personas de la comunidad han estado ayudando pero no he visto a nadie del Gobierno dijo Stone.Mientras tanto, el presidente Joe Biden visitó ciudades y pueblos de Kentucky azotados por los tornados y aseguró que el Gobierno cubrirá 100% de los gastos de emergencia por los próximos 30 días. Sin embargo, el flujo de ayuda aún no llegaba a locaciones más remotas del estado. La atención nacional se ha centrado en las dos comunidades que el presidente visitó el miércoles: la virtualmente destruida ciudad de Mayfield y el devastado pueblo de Dawson Springs. Los tornados azotaron seis estados y desataron también tragedias menos conocidas, varias de las cuales quedaron fuera del radar de una enorme operación de rescate y recuperación.