El presidente de Colombia, Gustavo Petro, dijo este martes que solicitará la colaboración de Brasil y Estados Unidos para esclarecer un millonario escándalo que involucra a uno de los principales grupos financieros del país con sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
El Departamento de Justicia y la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos informaron el jueves que el Grupo Aval y su subsidiaria Corficolombiana acordaron desembolsar más de 80 millones de dólares para evitar cargos por violación de las leyes anticorrupción.
Según la investigación, Corficolombiana conspiró entre 2012 y 2015 con Odebrecht para pagar más de 23 millones de dólares en sobornos a altos funcionarios colombianos y hacerse con un contrato de ampliación del corredor vial Ruta del Sol, que une el centro del país con la costa Caribe.
Crítico de la banca y adversario de algunos de los políticos y empresarios involucrados con Odebrecht, Petro solicitó ampliar las investigaciones.
“He ordenado a la cancillería de Colombia utilizar todos los mecanismos de colaboración jurídica con los gobiernos de los Estados Unidos y Brasil para establecer los daños y las reparaciones que la confesión del grupo Aval genera al estado Colombiano”, dijo el mandatario en la red social X, antes Twitter.
Luis Carlos Sarmiento, considerado el hombre más rico de Colombia, preside el Grupo Aval, y recientemente señaló en un boletín que el proceso no irá a una instancia judicial en Estados Unidos.
“Los brasileros que incurrieron en delitos en Colombia gozan de total impunidad y Odebrecht no ha pagado un peso de las multas impuestas en Colombia. Los contratos entre Corficolombiana y el estado colombiano deben ser revisados”, remarcó Petro.
Para el primer mandatario colombiano, quien ya había denunciado las irregularidades cuando era senador, aseveró que la justicia no ha revisado al detalle el proceso en Colombia.
Aval cotiza en la bolsa de Nueva York y opera en Colombia, Centroamérica y Florida (Estados Unidos).
Odebrecht acordó en 2016 pagar 3 mil 500 millones de dólares para resolver acusaciones relacionadas con sobornos en varios países.
A diferencia de otras naciones de Latinoamérica como Perú, en Colombia no han sido juzgados altos funcionarios por esos hechos.
En 2018 la investigación dio un giro cuando Jorge Pizano, testigo clave y auditor de un consorcio para construir una autopista, murió por ingerir cianuro. Tres días más tarde, su hijo también falleció envenenado por beber la misma botella. Ambas muertes están bajo análisis.