El presidente de Chile, Sebastián Piñera, condenó la represión de las protestas en Santiago el viernes pasado, cuando un adolescente cayó al lecho del Río Mapocho tras ser empujado por un policía.
Condenamos clara y categóricamente cualquier atentado a los derechos humanos y también rechazamos cualquier desvío de los protocolos y las reglas que deben regir para la actuación de nuestras fuerzas de orden y seguridad”, indicó Sebastián Piñera.
El viernes pasado, durante las protestas en la Plaza Italia de Santiago, un agente de la policía militarizada empujó durante una carga policial a un joven de 16 años y le hizo caer desde más de siete metros al lecho seco del Río Mapocho causándole lesiones en extremidades y cabeza.
El suceso revivió las críticas contra el actuar de la policía, que antes de la pandemia fue acusada por varios organismos internacionales de violaciones a los derechos humanos en el marco de sus acciones para controlar el orden público desde el inicio de las manifestaciones hace casi un año, que dejaron 30 fallecidos y miles de heridos y detenidos.
Además de la condena al hecho, por el que el uniformado fue puesto en prisión preventiva acusado de homicidio frustrado, Piñera reiteró su profundo respaldo a la institución policial.
Tiene la función fundamental de proteger el orden público y la seguridad ciudadana y tiene que hacerlo siempre utilizando los elementos que la ley les otorga, como el uso de la fuerza legítima y proporcional pero siempre tiene que ajustar su actuación al respeto irrestricto de los derechos humanos”, señaló Sebastián Piñera.