Este martes, el presidente argentino, Alberto Fernández, inauguró la VII cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), con un duro discurso en el que acusó a una “derecha recalcitrante y fascista” de amenazar la democracia en la región.
“Tenemos que trabajar para garantizar y fortalecer la institucionalidad de nuestra región. La democracia está definitivamente en riesgo. Después de la pandemia hemos visto como sectores de ultraderecha se han puesto de pie y amenazan a cada uno de nuestros pueblos”, dijo el primer mandatario argentino.
Asimismo, Fernández acusó a una “derecha recalcitrante y fascista” de amenazar la democracia en la región y se refirió en particular a los episodios de Brasilia y al intento de asesinato de la vicepresidenta argentina, Cristina Kirchner, el año pasado, cuyas motivaciones aún se desconocen.
Brasil, protagonista estelar de la CELAC
Además, el presidente argentino pidió un aplauso a los mandatarios presentes en la cumbre para su par brasileño Lula da Silva, cuya presencia marca el retorno de Brasil a la Celac, luego de que se retirara de este foro de concertación regional, por decisión de Bolsonaro.
El encuentro de este mecanismo integrado por 33 países y que preside actualmente Argentina, tiene como protagonista estelar al mandatario brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, que vuelve a la arena internacional luego de ganar las elecciones de noviembre en su país, con un discurso en el que recuerda permanentemente los logros diplomáticos de sus primeras dos presidencias (2003-2010).
“Brasil está de vuelva en la región y listo para trabajar lado a lado con todos ustedes, con un sentido muy fuerte de solidaridad y proximidad”, dijo este martes Lula, el único de los mandatarios, además del argentino Alberto Fernández, anfitrión de la cita, cuyo discurso se hizo público en medio de una cumbre cerrada y rodeada de fuertes medidas de seguridad.
Lula también aprovechó el evento para “agradecer a todos” por el apoyo a la institucionalidad brasileña luego de la asonada de partidarios radicalizados del expresidente Bolsonaro, que invadieron las sedes de los tres poderes del Estado el pasado 8 de enero en Brasilia.
Somos una región pacífica, que repudia el extremismo, el terrorismo y la violencia política sostuvo Lula, quien abogó por reforzar el “multilateralismo”.
Ausencias
La cumbre reúne a 14 jefes de Estado de los 33 que países que componen el foro, con algunas ausencias notorias, como el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien se excusó este martes por tener “bastante” trabajo en su país.
Otros desertaron a último momento, como Nicolás Maduro. El gobernante venezolano, que fue denunciado ante la Justicia argentina por organizaciones civiles y particulares por violación de los derechos humanos, en un intento de que fuera indagado si llegaba al país, anunció el lunes que no tocaría suelo argentino.
Maduro tenía una cita el lunes con Lula, quien mantuvo, en cambio, en agenda el encuentro con el cubano Miguel Díaz-Canel este martes.
Contexto de tensión regional
Durante la reunión, Lula remarcó las “múltiples crisis” que vive el mundo, desde la pandemia al cambio climático, las tensiones geopolíticas y la inseguridad alimentaria, o las amenazas a la democracia.
De hecho, la cumbre de la Celac tiene lugar en un contexto de múltiples crisis internas en los países latinoamericanos, e incluso de tensiones entre vecinos y socios.
Perú atraviesa una profunda crisis institucional, con una sucesión de presidentes en pocos años, la mayoría destituidos, el último de ellos el maestro rural Pedro Castillo, expulsado por el Congreso luego de varios intentos el día que anunció que disolvería el Legislativo, gobernaría por decreto e intervendría la Justicia.
El intento de autogolpe no contó con el apoyo de las fuerzas de seguridad y Castillo fue detenido y cumple ahora prisión preventiva, pero las protestas en las calles de Perú no cesan en contra del Gobierno de su sucesora constitucional, Dina Boluarte, con saldo de 46 muertos hasta ahora y sin visos de solución.
En Nicaragua, decenas de opositores al régimen de Daniel Ortega -ausente de la Celac- siguen presos, y hace 15 días la Corte Interamericana de Derechos Humanos solicitó “medidas urgentes” para la liberación de algunos, entre ellos, exaspirantes a la Presidencia en las elecciones de 2021 que fueron encarcelados.
Argentina atraviesa una crisis inflacionaria en un año electoral y el Gobierno de Fernández multiplica medidas para tratar de contener la subida de precios mientras busca cumplir las metas fiscales acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al cual Argentina le debe 44 mil millones de dólares.
Chile iniciará nuevamente el proceso para tratar de dotarse de una nueva Constitución tras el fracaso de su convención constituyente y en Colombia, el Gobierno acordó discutir a partir de febrero un cese al fuego bilateral con la última guerrilla del país, el ELN.
Poo otra parte, el presidente chileno Gabriel Boric y el colombiano Gustavo Petro participan de la cumbre.
El Mercosur, en tanto, vive una profunda crisis en medio de la decisión de Montevideo de negociar un TLC bilateral con China y solicitar el ingreso al Acuerdo Transpacífico sin la anuencia de los demás socios del bloque, una decisión duramente cuestionada por Brasil, Argentina y Paraguay.