
El papa Francisco falleció este lunes a los 88 años. La noticia la dio el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo del Vaticano.
Pero, ¿qué pasa cuando un pontífice muere o renuncia? Se realiza el llamado cónclave para elegir al próximo papa. En este participan los cardenales electores, que forman parte del Colegio Cardenalicio.
Hasta el mes de febrero del 2025, el Colegio está formado por un total de 252 cardenales, de los cuales 138 son electores, pues no han superado los 80 años de edad, condición exigida para desempeñar esta función.
¿Cuál es el origen del cónclave?
El origen del cónclave se remonta al siglo XIII. En aquella época elegir al nuevo papa se podría prolongar durante meses o años. Ahora, el proceso llega a ser más corto, y una vez que queda vacante la sede papal, se da un plazo de 15 a 20 días para que los cardenales viajen al Vaticano, este plazo fue fijado en 1922.
El proceso comienza con la convocatoria por parte del camarlengo, investidura que porta actualmente el cardenal irlandés, Kevin Farrell, quien será el que convoque a todos los cardenales. Una vez que se encuentren en el Vaticano, se celebran las misas en la Basílica de San Pedro y luego se trasladan a la Capilla Sixtina, donde se aíslan para comenzar las votaciones.
Puede haber hasta cuatro votaciones diarias. El voto se realiza en papeletas.
Para asegurar que el proceso se lleve con la máxima transparencia, se elige al azar a nueve cardenales: tres fungen como escrutadores, tres como infirmary, que se encargan de llevar la urna con las papeletas a los cardenales que, por enfermedad o incapacidad, no pueden asistir al cónclave. Otros tres cardenales son revisores, o responsables de velar por la limpieza y honestidad del proceso.
¿Cómo se elige al nuevo papa?
Para poder ser elegido papa, un candidato debe obtener dos tercios más uno del total de votos, pero si después de una treintena de votaciones nadie ha obtenido ese resultado, entonces el candidato deberá obtener la mayoría absoluta.
Si bien, con cada papa varía el número de votantes, el máximo es de 120.
Desde 1914 se instala una chimenea temporal en la Capilla Sixtina, después de cada votación se queman las papeletas esto para dar a conocer el resultado. El humo negro significa que ningún candidato ha sido elegido. El blanco que ya se escogió al nuevo papa y se le conoce como fumata blanca.
Una vez que hay un elegido, se realiza el protocolo donde deberá decir si acepta o no ser el siguiente papa. Si acepta, debe elegir su nombre papal, después se le viste con las túnicas blancas papales.
Posteriormente, el cardenal diácono de mayor antigüedad aparece en el balcón central de la Basílica de San Pedro y pronuncia la conocida frase “habemus papam”, para que, después el nuevo papa aparezca para dar la bendición.