Este mismo jueves, cuando el presidente de Estados Unidos Joe Biden decretó medidas para restringir la venta de armas, una persona murió y otras 6 resultaron heridas cuando un sujeto abrió fuego en un comercio en Bryan Texas, de acuerdo a los primeros reportes.
En otro ataque, cinco personas -entre ellas dos niños- murieron en un tiroteo en el interior de una vivienda en Rock Hill, Carolina del Sur. El atacante resultó herido y fue arrestado.
El 16 de marzo ocho personas murieron, seis de ellas mujeres coreanas, en tres salones de masaje asiáticos en Atlanta, Georgia.
El 22 de marzo, 10 víctimas fallecieron en un supermercado de Boulder, en Colorado, donde un sujeto abrió fuego con un fusil de asalto.
El 3 de abril, tres personas perdieron la vida y nueve más resultaron heridas en dos tiroteos separados ocurridos en las ciudades de Wilmington, Carolina del Norte y Tuscaloosa, Alabama.
En esta última semana, murieron cinco mexicoamericanos y cinco resultaron heridos en dos tiroteos en Laredo, Texas y Anaheim, California, cerca del parque de Disneylandia.
Por su parte, el gobernador republicano de Tennessee, Bill Lee, promulgó una ley que permite llevar pistolas a mayores de 21 años sin necesidad de curso de manejo previo ni revisión de antecedentes penales.