Miles de italianos protestaron contra la entrada en vigor de la obligatoriedad para trabajadores del pase sanitario. Dicho documento comprueba que se tenga la vacunación o bien que se padeció COVID-19 en las últimas semanas o que se tiene una prueba negativa.
Las principales ciudades registraron manifestaciones y paros, mientras en los puertos de Génova y Trieste colocaron barricadas.
La ley obliga a todos los empleados a presentar el pasaporte sanitario a la entrada del trabajo.
Si no están vacunados, deberán tener una prueba negativa reciente, que el propio trabajador pagará.
Quienes no cumplan pueden verse privados de su salario o recibir multas que alcanzan los mil 500 euros, es decir más de 35 mil pesos.
En Italia, más de 85% de la población -mayores de 12 años- ha recibido al menos una dosis de la vacuna anticovid.