Yemen está en peligro inminente de caer en la peor hambruna que el mundo ha visto en décadas, según alertó este viernes el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres.
Por ello, reclamó acciones inmediatas para salvar millones de vidas.
La crisis, según Naciones Unidas, es fruto de la gran reducción de los fondos facilitados a las operaciones humanitarias en el país, de la falta de apoyo externo a la economía yemení y del impacto del conflicto armado y los impedimentos que se ponen a las agencias humanitarias, a lo que se suman inundaciones y los efectos de una plaga de langostas.
Además, Guterres llamó a actuar de forma urgente para evitar una catástrofe y urgió a todas las partes a abstenerse de cualquier acción que pueda empeorar aún más la situación.
Sin ello, nos arriesgamos a una tragedia no sólo por la pérdida inmediata de vidas, sino por las consecuencias que se harán notar indefinidamente en el futuro”, señaló António Guterres.
Este mes, los servicios de emergencias de Naciones Unidas ya habían advertido del peligro de una gran hambruna a corto plazo en Yemen, donde hay unos niveles de malnutrición en la población nunca vistos anteriormente y que la padecen uno de cuatro niños.
Según dijo recientemente el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos, David Beasley, al Consejo de Seguridad de la ONU, en Yemen hay una combinación tóxica de violencia en aumento, desplome agudizado de la economía y la divisa, y la Covid-19, que está elevando la miseria a otro nivel.
El país es escenario desde hace años de la mayor crisis humanitaria del mundo, fruto del conflicto armado que comenzó en 2014, cuando los rebeldes hutíes se alzaron en armas contra el gobierno del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi y tomaron la capital, Saná.
En marzo de 2015, una coalición liderada por Arabia Saudí inició su intervención militar en apoyo de Hadi haciendo que la violencia se recrudeciera y la guerra tomara una dimensión regional.