Zimbabue abolió oficialmente este martes la pena de muerte al ser publicada en el diario oficial.
Establece que los tribunales ya no pueden dictar una sentencia de pena capital por ningún delito y que cualquier sentencia existente tendrá que conmutarse por una pena de cárcel.
Sin embargo, una disposición establece que la suspensión de la pena de muerte podría levantarse durante un estado de emergencia.
Como primera medida, el presidente Emmerson Mnangagwa conmutó las sentencias de 60 condenados a muerte.
Desde 2005, el país africano aplicaba una moratoria de las ejecuciones, aunque los tribunales seguían dictando sentencias de muerte por delitos como asesinato, traición y terrorismo.
Amnistía Internacional calificó la abolición de “momento histórico”. Según sus datos, en 2023 había al menos 59 personas condenadas a muerte en el país.
Amnistía informó que 24 países de África subsahariana han abolido la pena de muerte para todos los delitos y otros dos la han abolido solo para delitos comunes.