En Tijuana los albergues para recibir a migrantes venezolanos, remitidos por autoridades de Estados Unidos, ya se encuentran sobre saturados.
Cuando entramos a Estados Unidos nos montaron en avión, nos pasaron a California, nosotros pensando que vimos la gloria, porque ellos no nos dicen nada, no ustedes los vamos a pasar, y ya van a estar bien y los vamos a soltar para el refugio de la iglesia”, así contó su historia José Gregorio, persona migrante venezolana.
En un instante, el sueño americano de José y cientos de venezolanos se derrumbó, cuando vieron que todo era un engaño y habían sido abandonados a su suerte en México.
“Nosotros quedamos como que en la calle, porque no tenemos a dónde ir, no nos queda dinero, no sabemos qué hacer y es bastante doloroso”, dijo Manuel Díaz.
En el primer grupo de venezolanos regresados a México, el 12 de octubre, había personas que entraron a Estados Unidos antes de que tuviera efecto el título 42, sin embargo, los retornaron.
A consecuencia de estas acciones, que acrecentaron de forma masiva las devoluciones, los albergues en Tijuana se han saturado.
“Estamos a capacidad llena, incluso en esta casa desde el pasado jueves tenemos 21 personas que todavía no han encontrado albergue y la subsecretaría de asuntos migratorios nos pidió albergar, mientras los reubicaban para que no quedaran en la calle”, comunicó Claudia Portela, coordinadora del Desayunador salesiano Padre Chava.
Por su parte, José Gregorio lo vive así:
“Yo me estoy quedando aquí en una litera, con mi hermano, nos pasaron, nos apoyan con una litera, gracias a Dios nos ayudan bien, aquí nos tratan bien la cosa, nos gustó cómo nos tratan aquí, sí parecemos personas, porque de verdad allá nos tratan como si no fuéramos”,
Este miércoles 19 de octubre, venció el permiso de estadía regular en México para el primer grupo de venezolanos.
Del 1 al 19 de octubre, 354 venezolanos han solicitado apoyo a la Comisión de ayuda a refugiados, (Comar), pero decidir si se quedan o se van, aún es difícil.
Es horrible, tengo mi mente en blanco, feo, feo, todos los días pienso lo único que quiero es regresarme de nuevo, ó sea, volverlo a intentar, regresar, ó sea no quiero estar acá”, contó Jeffeson,
Por su parte, José Gregorio quiere quedarse un rato en México para pensar, “porque usted sabe, para regresarse a Venezuela, hay que tener mucha plata y es lejos porque no cuento con los recursos para volver a Venezuela”, dijo.
Regresar legalmente podría costarles al menos mil dólares; sin embargo, revivir la pesadilla de su primera travesía tampoco es una opción.
No ha sido fácil, según Jefferson quien también intenta inmigrar “se vio de todo, se vio personas ahogadas, personas violadas, niños muriéndose, robos, de todo, es horrible, animales”.
Y es que lo que ellos defienden es lo que dijo Manuel Díaz, “que nos apoyen, que nos den la mano, nosotros no venimos a hacer nada malo, nosotros sólo venimos a trabajar honradamente”.