Nacional

Colectivos suman esfuerzos en búsqueda de personas desaparecidas

Claudia Soto pertenece al colectivo Rastreadores Nacionales de Desaparecidos y participó en la brigada de búsqueda estatal de Zacatecas. Recorrieron regiones por Nochistlán, Jerez y la comunidad Chupaderos, del municipio Villa de Cos.

La idea de una búsqueda en brigada fue para que pudieran tejer redes entre los colectivos que ya tenían algunos puntos de información dónde podrían localizar enterramientos clandestinos y brindarse seguridad con el despliegue.

En el pueblo Chupaderos, la Fiscalía de Justicia del estado había procesado cuatro fosas clandestinas donde localizaron 12 cuerpos. Este descubrimiento fue durante enero y febrero de este año.

El grupo de buscadores se organizó en el terreno y comenzaron a rastrear. En poco tiempo se toparon con los cuatro huecos en el piso, eran fosas que ya habían trabajado elementos de la Fiscalía. Los hoyos seguían abiertos.

Fuimos con la intención de abarcar un territorio más largo y hacer una mejor búsqueda por si habían más fosas. Pero nos encontramos con las que ellos ya habían trabajado y simple vista se veían dos falanges en el lugar. Lo comenté con Rodrigo Rosas Collazo, (fiscal de desaparecidos del Zacatecas) y se volvió a inspeccionar la zona. Encontramos más restos óseos en todas las fosas que había trabajado la Fiscalía”, explicó Claudia Soto.

Familias y miembros de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) comenzaron remover la tierra. Los montoncitos de polvo pasaban por una criba y poco a poco fueron asomándose los huesos que se habían olvidado en la diligencia anterior.

Un policía ministerial no permitió que las familias documentaran el hallazgo de una extremidad.

Le argumentamos al policía que era un derecho para las familias, pero él dijo que tenía que cuidar sus indicios”, detalló Claudia.

Cuando los colectivos reclamaron por el mal procesamiento de los restos, “la Fiscalía se justificó diciendo que todos los cuerpos habían sido localizados dentro de bolsas plásticas y no esperaban que hubieran partes fuera de las bolsas”, indicó Claudia.

Es revictimizante para las familias. Estas situaciones se evidencia que no trabajan, que no buscaron más allá de las bolsas. Que no buscaron más fosas. Si una de las personas localizadas aquí, ya fue identificada, ¿cómo le van a decir a la familia que le falta una mano de su ser querido?”, cuestiona.

La brigada se organizó con un pequeño grupo de familiares, dos personas por cada uno de los cuatro colectivos  que participaron. También contaron con el apoyo de la Comisión Local Nacional de Búsqueda; las comisiones de atención a víctimas federal y local asistieron junto con elementos de la Guardia Nacional y la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena).

Los indicios fueron  procesados por la Fiscalía federal y la del estado para darle seguimiento al análisis genético y de investigación para identificar los restos óseos.

Teníamos un año tratando de hacer esta búsqueda, pero la pandemia paró todas las actividades para localizar fosas clandestinas”, declaró Claudia.

El esfuerzo de las familias para encontrar a los desaparecidos del país ha evidenciado la negligencia y las malas prácticas en las cadenas de custodia para los indicios que podrían llevar a la identificación de personas reportadas como desaparecidas en México.

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