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Comercio y Pesca en Acapulco se recuperan del impacto de “Otis”

La solidaridad y el trabajo en equipo, consideran, es lo que en estos momentos mantiene a Acapulco.

Cuando el huracán “Otis” tocó tierra en Acapulco destruyó todo a su paso, arrasando con el esfuerzo de generaciones enteras.

“Gracias a dios estamos vivos porque nos dimos el aviso y no salimos, pero hasta íbamos a salir a pescar y nos estuvimos porque dijimos a lo mejor si está feo porque cuando uno minimiza pierdes la vida o hasta el equipo”, dijo el pescador, Gustavo.

Han pasado 11 días desde que “Otis” impactó en Acapulco y la devastación que dejó a su paso es impresionante. Ocasionó pérdidas en comerciantes, secadores, trabajadores del turismo. Sin embargo, ellas y ellos echan mano de su resiliencia y tratan de salir adelante.

Redes destrozadas y lanchas hundidas. Así fue como Gustavo encontró el conocido embarcadero “Playa Hornito”, al cual dedicó su vida desde los 16 años, fueron pérdidas para más de 250 familias.

“Se nos echaron a perder nuestras redes, motores, lanchas y entonces queremos que trabajemos para la familia”, agregó Gustavo.

Tristemente, la pesca no fue la única actividad económica que quedó desgajada. El comercio también es una espina de la catástrofe.

Divina también desde niña aprendió el valor de las artesanías y las tradiciones. Desde entonces, la economía de su familia entera pende de su negocio.

“Mal y ahorita bendito sea Dios el susto y no perdimos mucho, pero la artesanía, el dulce se mojó, todo se echó a perder. Unas cosas que se cayeron. Las láminas que se levantaron”, puntualizó Divina, comerciante.

Con el apoyo de sus seres queridos, pone en pie el negocio de décadas.

La solidaridad y el trabajo en equipo, consideran, es lo que en estos momentos mantiene a Acapulco. Tal como las personas que llegan a dicho municipio con ayuda y compran algún recuerdito.

 “Dicen que con eso nos aportan algo para ayudarnos. Si me ayudo porque si no hubiera quien comprara nuestro producto no tendríamos ingresos”, señaló Claudia, comerciante.

Pese al desolador panorama, las y los acapulqueños no se rinden, firmes mantienen la esperanza de muy pronto volver a ser la Perla del Pacifico.

 “Somos gente trabajadora lucho a y poco a poco vamos a salir adelante, como siempre”, concluyó Divina.

Gustavo afirma que el turismo siempre se les acerca cuando sacan las redes y los ayudan, dijo que eso les satisface y van a levantarse para que “esto vuelva a estar como antes”.

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