Al grito de “¡El INE no se toca!”, miles de personas respondieron, en Ciudad de México y otros estados del país, al llamado en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) y en contra de la reforma electoral propuesta por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
En la capital de la República, la marcha inició en el monumento al Ángel de la Independencia, caminó por avenida Reforma y culminó en la explanada del Monumento a la Revolución.
Participaron políticos del PAN, PRD, PRI, Movimiento Ciudadano, empresarios, algunas organizaciones civiles, así como legisladores y hasta algunas monjas y religiosos.
La concentración inicial tuvo dos tiempos. Los puntuales llegaron desde antes de las 10 y un segundo contingente arribó una vez que ya habían salido los primeros grupos.
En todo momento, las consignas no dejaron de repetir que al INE no se le toca, que López Obrador quiere destruir la democracia y que no pasará su reforma electoral.
“El INE somos los ciudadanos, no lo pueden quitar, porque al final lo que quieren quitar es nuestra voz”, señaló Alondra Hernández, manifestante.
“No puedes tener al árbitro en una misma cancha, debe de ser neutral. Para un partido de futbol y para que un país crezca debe de estar completamente neutral y autónomo”, dijo José Armando, manifestante.
La marcha
A las 10:30 inició la movilización. Marcharon jóvenes, adultos mayores, familias con mascotas, personas con lentes de sol y sombreros.
Entre los asistentes predominó el color blanco y el rosa, la cromática del INE.
“Como ciudadana me importa mi país, quiero defender al INE, no podemos permitir que este Gobierno lo intente desaparecer”, afirmó Tania, manifestante.
“¿Alguna parte de la reforma con la que usted no está de acuerdo? Yo no quiero que cambie nada, funciona muy bien el INE, funcionan muy bien las cámaras de Diputados y Senadores, que se quede como está”, comentó Fernández, manifestante.
A la movilización se sumaron representantes de organizaciones religiosas.
“El amor por México y nada más y por nuestra patria que es por lo que luchamos y defendemos hasta el final, pase lo que pase, daremos la sangre por ello, como nuestros patriarcas”, puntualizó Teresa, manifestante.
Para reforzar su lucha portaron banderas, credenciales gigantes, pancartas de apoyo al instituto y rechazo a la propuesta de reformar el órgano electoral.
La multitud avanzó sobre carriles centrales de Reforma, avenida de la República hasta llegar al Monumento a la Revolución.
En un principio, el contingente no fue numeroso a la vista, pero conforme fueron pasando los minutos la cantidad sorprendería incluso a los organizadores, algunos de los cuales consideraría como un error no haber marchado al Zócalo.
Y así, conforme fue avanzando la marcha por Reforma, también comenzó la guerra de cifras. Hubo quienes dijeron que no pasaron de 5 mil los asistente, hasta los que hablarían de 10 a 12 mil manifestantes, como el secretario de Gobierno de la capital, Martí Batres. En tanto que entre los organizadores se llegó a hablar de hasta 200 mil.
Al llegar al Monumento a la Revolución, los esperaba un templete, música y buen ambiente. La concentración fue una fiesta. Una celebración por la democracia. Aunque no todos llegaron al monumento y muchos llegaron y se fueron.
Lanzaron vivas de apoyo al INE y consignas en contra del ejecutivo y del Partido Morena.
Poco antes del mediodía, los asistentes escucharon atentos el mensaje del exconsejero presidente del IFE, José Woldenberg.
Aplausos, gritos de rechazo o aceptación, acompañaban el mensaje del orador.
“El INE es un ejemplo internacional, en ningún otro país hay una institución que represente a los ciudadanos”, señaló un manifestante.
Tras cuatro horas, concluyó con saldo blanco la marcha y concentración.
En otros puntos del país, hubo manifestaciones en León, San Luis Potosí, Córdoba, Tampico, Puebla, Ensenada, Mérida, Monterrey y Guadalajara.